Incertidumbre

Socializando Datos
Por: Balvanero BALDERRAMA GARCÍA
balvanero@gmail.com / @Balvanero.B

Aparentemente navegamos en certezas. Se hará de noche; el auto encenderá; la quincena llegará; el amor es y será. Más son, desde una perspectiva, saltos al vacío. Vivimos confiando esperanzadamente.

Lo que es, será. Lo que espero, llegará.

Pero, muchas de las veces, recibimos golpes de realidad, y nos instalamos en la incertidumbre: inseguridad, desasosiego, indecisión, vacilación, duda, recelo, sospecha, incerteza (RAE, 2024). En eso que Freire (2022) denomina, poéticamente —me parece— “un presente de dudoso mañana”.

Hay muchas razones para dudar, sin embargo optamos por creer. Lo que siempre ha sido, no será así eternamente. Nada está dado, hay que esforzarnos por mantenerlo, actualizarlo.

Recuerdo a alguien que decía que muchas personas vivían de sus réditos intelectuales, sin buscar más nada. Muy cierto, el aprendizaje es para toda la vida.

Estas reflexiones vienen a cuento porque hay muchas de nuestras acciones que están sostenidas en la confianza de acciones de terceras personas. Por ejemplo, viajamos por carreteras a altas velocidades confiando en que no haya ningún obstáculo, que los puentes estén ahí, que las autoridades responsables dan mantenimiento, reparan baches. Que llegaremos a nuestros centros de trabajos, quienes lo hacemos desde la formalidad (45.5% INEGI 2025) y habrá electricidad, agua potable y todo lo necesario para nuestra labor.

Pero no siempre es así. Hoy, siguiendo con los ejemplos, trabajadores y trabajadoras salen de la ciudad de Colima, y sus alrededores, a laborar al puerto de Manzanillo pero van en la incertidumbre de si habrá algún accidente que les impida llegar a tiempo y, por supuesto, regresar a tiempo y con bien. Esto también aplica para viajes hacia Guadalajara al aeropuerto, alguna cita médica o laboral.

El estado actual de las carreteras de nuestra entidad tiene, actualmente, esa peculiaridad de la incerteza, que se traduce en inseguridad. Pero no es imaginada es real y tangible. Lo que no se percibe con certidumbre son las acciones que las autoridades responsables están realizando para atender esa problemática.

Muchas voces se han alzado para demandar acciones concretas y efectivas. No han sido suficientes o quizá su volumen no ha sido con los decibeles adecuados para ser escuchadas y atendidas. Las pérdidas económicas están, los fallecimientos también, la problemática es real.

Esto de las carreteras, decía que es un ejemplo. Hay más. Pero la propuesta-solicitud es que no crezca la incertidumbre y que tornar ese presente de dudoso mañana en certezas sea una realidad, no sólo esperanza.