Ciudad de México.- El higo es producido mundialmente en países como Turquía, Egipto y Marruecos, en la antigüedad, era muy popular en Grecia; se dice que era el fruto preferido de Platón, por esta razón era conocido como “la fruta de los filósofos”.
Aunque no es propiamente una fruta, sino una infrutescencia, esto no impidió que en Grecia lo consideraran un manjar, de tal manera que, los ganadores de las Olimpiadas, recibían higos como premio y eran coronados con hojas de higuera.
En México, el cultivo de higo no es tan relevante, si lo comparamos con otros más significativos como el maíz y el frijol, sin embargo, es un producto que tiene mucho potencial en el país.
Se considera que el higo fue introducido por los misioneros franciscanos españoles, quienes colocaron diversas plantas en los atrios de las iglesias en algunos estados como Hidalgo, Guanajuato, Morelos, San Luis Potosí o Zacatecas.
Actualmente estos árboles se pueden encontrar en la mayoría de los estados del país, ya sea bajo cultivo o creciendo de forma natural.
En 2019, SIAP reportó la presencia del higo de manera comercial en 15 estados, donde los tres principales son: Morelos, que mostró la mayor superficie cosechada, 497.3 ha, seguido de Baja California Sur con 302 ha y Veracruz con 165 ha.
Los higos tienen un sabor único; es dulce, de textura suave y a la vez crujiente, tienen una piel delgada y su color depende del tipo de higo, pueden ser de color verde, morados o azules y negros, que son los más comunes.
La versatilidad que tiene el higo además de sus propiedades nutricionales, lo hacen un alimento cotizado y de alta cocina. Aportan energía, pues son ricos en hidratos de carbono, cuidan el intestino gracias a su alto contenido de agua y fibra, favorecen la densidad ósea, ayudan a controlar la hipertensión pues contiene potasio y magnesio.
Los higos secos triplican las calorías de los frescos pero también aumentan sus contenidos de potasio, fibra y magnesio, por lo que se recomiendan en caso de anemia o debilidad física.
Los higos son la guarnición perfecta por su dulce sabor, se pueden preparar en almíbar, con frutos secos y queso, o bien, encaminar su preparación para postres, como la realización de mermeladas de higo, pasteles, panes, y diversas variedades de pay.
En nuestro país lo encontramos en el mercado en temporadas cortas, se consume fresco, deshidratado o caramelizado, como es popular en zonas como Santa Cruz Acalpixca en Xochimilco en canastas de dulces tradicionales.