FRAY ANTONIO TELLO ¿UN FEMENTIDO?
Por: Noé GUERRA PIMENTEL
Si algo me agrada al abrir una línea de investigación, son los hallazgos, las novedades; como en este caso, en el que averiguando sobre uno de los más citados cronistas del virreinato, Fray Antonio Tello, nada más y nada menos que a quien se atribuye la prefiguración del “Rey de Coliman”, encontré varias inexactitudes sobre él y de su obra; por ejemplo, que no era novohispano, tampoco teólogo, ni que estudió acá, mucho menos que hubiera sido encargado del convento de San Francisco de Almoloyan en Colima.
Vamos a los hechos. Antonio Tello fue un personaje español, cuyo origen probable se da en La Coruña, región de Galicia del reino de España, en fecha cercana a 1593; donde, siendo mozo, ingresó al convento de San Francisco de Salamanca, quizá en 1611, cuando tendría 18 años, donde se ordenó sacerdote franciscano hacia 1618 a la edad de 25 años. Según fundamentan las investigadoras Patricia Escandón y Oxana Pérez Bravo, en: Santiago de Jalisco, tres crónicas truncas y dispersas, pp. 923-972. UNAM 2012.
Con ese carácter, ese mismo año se matriculó como estudiante de teología en la Universidad de Salamanca, curso que abandonó en 1619 para reclutarse como misionero con destino a Nueva España, a donde llegó a finales de ese año e incorporarse a labores misioneras; en octubre de 1620 su nombre ya aparece en la sierra de Jora (Nayarit), donde fundó Amatlán. De 1628 a 1631 figuró como encargado del convento de Autlán. De ahí lo removieron a Zapotitlán, luego a Chacala, Etzatlán, Tecolotlán, entre otros puntos, hasta que, en 1636, fue nombrado secretario del ministro provincial de Santiago Jalisco.
En 1638, por un año, dio guardianía en San Francisco de Zacoalco, donde probablemente empezara su crónica (a mediados de esa década la Comisaría General de Indias, ordenó a todas las provincias que nombraran cronistas para que escribieran “lo más memorable de ellas”); en 1639 lo encontramos en Guadalajara. De 1642 a 1648, fue guardián de San Miguel Cocula, donde redactó varios capítulos. De ahí regresó a Guadalajara, por tres años; lugar donde a los 59 años de edad, en 1652, finalmente concluyó esta obra que, se afirma, originalmente era de 6 volúmenes y de los que, 50 años después, solo se rescató el presunto resumen de Fray Pablo Belmont, con una parte del libro II, otra del IV y capítulos sueltos del V.
Antonio Tello, falleció sobre los 60 años de edad, después del 10 de agosto de 1654, se cree que en el convento de San Francisco en Guadalajara. Con lo anterior queda, que: No nació en la ciudad de México de Nueva España, que sí falleció en Guadalajara a los 60 años de edad, que fue sacerdote franciscano, que terminó su obra a los 59 años ¡no a los a los 86 años de edad! como en principio lo afirmó José García Icazbalceta (1866) y le secundaron José López Portillo y Weber (1891), Alfredo Corona Ibarra (1968) y, estos, por la Enciclopedia de México (1986, t. 13 p. 7624) el Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México (varias ediciones), entre otros.
Finalmente, y en espera de que alguien demuestre lo contrario, no localicé pruebas fehacientes de que el aludido haya fungido como encargado del convento de San Francisco de Almoloyan en la ranchería de ese nombre, como se afirma; al respecto, infiero una confusión con la guardianía del convento de San Francisco de Zacoalco, esa sí, del que se encargó por un año, en 1638. Aunque la parroquia de Colima, junto con Tuxpan y Zapotlán, pertenecieran a la diócesis de Jalisco.
El trabajo de Tello, aunque como se afirma, mucho haya sido de oídas (por confesión) y no fuentes documentales (aunque cita a Bartolomé de las Casas, López de Gómara, Juan de Torquemada, Antonio Daza, Alonso de la Rea, Francisco Gonzága y Nuño de Guzmán), lo que, según, le mereció el apodo de imposTELLO; en mi opinión, es de valía por ser el único compendio histórico sobre la primera evangelización del noroccidente de Nueva España. Lo que lo hace precursor con su obra: Crónica miscelánea en que se trata de la conquista espiritual y temporal de la Sancta Provincia de Xalisco en el Nuevo Reyno de la Galicia y Nueva Vizcaya y descubrimiento del Nuevo México.