El profesor investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima, Nick Varley, junto con profesores de la Universidad del Sur de Florida y la Universidad Tecnológica de Michigan, logró obtener recursos del programa estadunidense 100,000 Strong in the Americas (La fuerza de cien mil en las américas), que apoya el intercambio de profesores y estudiantes entre instituciones de educación superior de Estados Unidos y América Latina.
Este recurso facilitó sólo la movilidad y permitió que el profesor Nick Varley diera una oportunidad de aprender algo novedoso y no disponible sobre el estudio de los volcanes a siete alumnos de la licenciatura en Ciencia Ambiental y Gestión de Riesgos, y también de recibir a seis estudiantes extranjeras para aplicar sus estudios de posgrado en el Volcán de Colima. Los alumnos de aquí viajaron a Estados Unidos y los de allá vinieron a Colima.
Ellos fueron Manuel Sebastián Alcaraz Cabrera, Fredi Noel Álvarez Gildo, Ana Cecilia Cruz Vázquez, María Isabel Meza Rodríguez, Indhira Nava Tirado, Jorge Alberto Cernas Larios, Jossie Gay Gómez; todos alumnos de quinto y séptimo semestre.
Por parte de la Universidad Tecnológica de Michigan, Estaos Unidos, estuvieron Aurelia Liegler, estudiante de maestría en vulcanología y Lauren Schaefer, estudiante del doctorado en ingeniería geológica. “La idea de enviar a mis alumnos es adquirir experiencia en lo que falta aquí”, explicó Nick Varley.
En Colima, dijo, “tenemos muchos datos del Volcán de Colima pero falta aprender sobre el procesamiento dicha información, y es la Universidad de Florida uno de los lugares en el mundo donde se ha desarrollado mucho software específicamente para simular las amenazas del volcán”.
El investigador del Volcán de Colima y profesor de tiempo completo explicó el panorama de este tipo de estudios en la actualidad. En México, dijo, “no existía este tipo de formación y en los últimos años la Universidad de Colima ya forma estudiantes con especialidad para trabajar en riesgos”.
Esto es algo muy importante, añadió, “es algo que le reconocen a la Universidad de Colima; requirió mucho tiempo y ya lo estamos haciendo. Tenemos la licenciatura, donde aprenden la teoría; tenemos el campo de estudio cerca con el Volcán de Colima pero falta la tecnología para el procesamiento de todos estos datos que tenemos”.
En entrevista, los jóvenes estudiantes expresaron la utilidad de esta movilidad en su aprendizaje.
Manuel Sebastián Alcaraz Cabrera, alumno del quinto semestre, reconoció que con la experiencia crecieron sus expectativas no solo académicas o de conocimiento; “adquieres una visión distinta de estar en otro país y cultura que afecta tu vida, porque regresé y me di cuenta de mi potencial. Eso cambió mi manera de pensar”.
Por su parte, Fredi Noel Álvarez Gildo aseguró que encontró una aplicación para el futuro. Él experimentó las limitantes que tiene está área de estudio y que no se pueden hacer “por no tener todas las capacidades tecnológicas para avanzar en las investigaciones aquí”. Experimentó con programas para el análisis de datos registrados de eventos volcánicos, en este caso del Volcán de Fuego en Guatemala, un volcán también peligroso como el de Colima.
Para Indhira Guillermina Nava Tirado, estudiante del séptimo semestre, “participar en estas invitaciones debe ser vital para todos los estudiantes porque regresas y adquieres una motivación increíble, vuelves con ganas de hacer más investigación, de aprender más, crear relaciones sociales y conocer a gente grandiosa”.
El proyecto que realizó ella es también su tema de tesis; lo hizo en el Departamento de Geología en MTU (Universidad Tecnológica de Michigan). Consistió en estimar la emisión total del CO2 (Dióxido de carbono) de la Isla Socorro mediante un software que permite el análisis de los datos con técnicas geoestadísticas. Ella lo analizó mediante mapas para identificar si existe alguna zona de falla y/o fractura en el área de estudio, estudios que contribuyen a la mitigación de riesgo en la isla.
Por su parte Ana Cecilia Cruz Vázquez, estudiante del quinto semestre, agradeció la buena oportunidad que le dieron sus maestros. Ella participó en una actividad que nadie había realizado antes y sólo se podía hacer en la Universidad del Sur de Florida, por el equipamiento. “Modelé flujos piroclásticos del volcán Ceboruco, en Nayarit, con datos ya recolectados, y aprendí a investigar los que no teníamos y a plantearnos escenarios para poder hacer las modelaciones”.
Las visitantes Aurelia y Lauren explicaron lo que aprendieron en sus posgrados. De manera específica estudiaron el monitoreo de volcanes, participaron en el trabajo de campo, en la aplicación de diferentes métodos, en la identificación de problemas y su resolución, así como en la deformación de volcanes y la información que arrojan éstos en sus procesos eruptivos.
“Me gustó mucho trabajar aquí –compartió Aurelia–; sin embargo, no fue muy fácil trabajar con el volcán porque no teníamos automóvil adecuado para poder subir a tomar datos y creo que las cosas podrían ser más fáciles si se destinaran recursos, equipamiento y personal”.
El apoyo del programa continuará el resto del año, y todavía se encuentran activos algunos estudiantes beneficiados.