¿QUÉ VIENE?
POR: Sean Osmin OSMIN HAMUD RUIZ
Las estructuras de ejercicio del poder público funcionan a distintos niveles, con diferentes responsabilidades y en cercanías distintas con la población.
Las administraciones municipales, se sabe y se ha dicho, son la línea directa de contacto de las personas con una primera autoridad. En este sentido, una de las cosas que más aprecia un ciudadano es sentir que quien ejerce esta responsabilidad no pierde el vínculo, escucha y se hace presente. Una situación permanentemente criticada es aquella que reza: “vienen, piden el voto y no los volvemos a ver”.
A pesar de las críticas y detractores, considero que una de las características más destacables de la personalidad y el trabajo de Riult Rivera, sin duda alguna, es que dedica buena parte de su tiempo a interactuar con la gente de todo el municipio. Algo interesante es que se nota que no es pose: genuinamente lo disfruta, pero además lo aprovecha.
Se le ve en las brigadas de limpieza, entregando obra pública, en reuniones de vecinos, en medios, comunicándose directamente y sin filtros con cualquiera que lo desee.
Muy interesante resulta que esas jornadas no se limitan a tiempos o días de “oficina”.
No se nota que se amilane frente a la crítica o el reclamo; no lo evita. Incluso, en alguna entrevista le escuché decir que, en esos casos, procura poner mayor atención.
Valdrá la pena esperar su informe para poder evaluar con detenimiento sus acciones y opinar al respecto.
Pero es así como, sin filias ni fobias, no se puede dejar de tomar en cuenta este FENÓMENO.
MICROCUENTO
Se aprieta el corazón. No hay momento más angustiante. Falta el oxígeno y el cuerpo, defendiéndose, tose, acelera el pulso, convulsiona ante la inminente hipoxemia. Todo lo que disfrutaba hace unos segundos se esfuma instantáneamente. Por fin sale y el alma me vuelve al cuerpo. Maldito chicle traicionero.