MICHOACÁN.— La explosión de una camioneta con artefactos explosivos registrada el fin de semana en este municipio de la costa michoacana forma parte de la disputa entre células criminales que operan en la región. Así lo confirmó este martes el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, quien precisó que el hecho no corresponde a un acto de terrorismo, sino a actividades propias de la delincuencia organizada.

El funcionario explicó que, con base en los avances de la Fiscalía de Michoacán, la camioneta provenía de Colima y el caso ya fue atraído por la Fiscalía General de la República (FGR), lo que permitirá ampliar las líneas de investigación y realizar nuevos peritajes. Destacó además que no se trató de un vehículo abandonado con explosivos, sino de una unidad en movimiento con dos tripulantes.

Subrayó que no fue un coche bomba colocado para detonar posteriormente, pues el vehículo llegó al sitio, se estacionó y entonces ocurrió la explosión. También reiteró que el ataque se relaciona directamente con la pugna entre grupos criminales que operan en la franja costera del estado, entre ellos el Cártel de Aquila/Coahuayana, el Cártel de Tepalcatepec y el Cártel Jalisco Nueva Generación, cuyos líderes mantienen alianzas y disputas por el control territorial.

El secretario detalló que el hecho forma parte de la confrontación entre un grupo afín al CJNG y otro vinculado a Cárteles Unidos, así como de agresiones dirigidas a la Policía Comunitaria debido a sus vínculos con algunos de estos liderazgos. Recordó que no es el primer incidente con explosivos registrado en la zona durante el año.

Al ser cuestionado sobre la eventual vulneración de los cinturones de seguridad implementados en el Plan Michoacán, García Harfuch señaló que el programa opera de manera permanente y no se presenta con triunfalismo, sino con el objetivo de reducir los índices delictivos. Aclaró además que las motivaciones del ataque no corresponden a una afrenta al gobierno federal, sino a la dinámica criminal de la región.

En ese sentido, enfatizó que la mayoría de las rivalidades delincuenciales buscan controlar territorio y ampliar actividades como la extorsión, el narcomenudeo, el trasiego de droga y el tráfico de armas. También indicó que las dos personas involucradas directamente en el hecho pertenecen a grupos criminales, por lo que no se les considera víctimas, aunque evitó revelar identidades debido a la presunción de inocencia.

Finalmente, el secretario descartó categóricamente que el caso tenga relación con terrorismo, al señalar que ese tipo de actos busca imponer fines políticos, ideológicos, religiosos o sociales, mientras que en este caso se trata exclusivamente de conductas propias de la delincuencia organizada.

Las autoridades federales y estatales mantienen operativos en la región de Coahuayana mientras continúan las investigaciones sobre la explosión y la creciente disputa criminal en la costa michoacana.

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