Experto de la FIME explica avances y retos de la 6G

Colima.- El académico de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) de la Universidad de Colima, José Luis Álvarez Flores, habló en entrevista sobre las características que ofrece la red 6G y los principales retos que enfrentará su llegada, prevista para el año 2030.

“Hoy en día, la telefonía móvil 5G permite conectar de 20 a 30 dispositivos simultáneamente; con la 6G, cada usuario podrá tener hasta 300 dispositivos conectados al mismo tiempo, sin riesgo de saturación”, señaló.

Por su mayor eficiencia, la 6G ofrecerá velocidades de descarga sin precedentes, lo que -advirtió- podría aumentar la dependencia tecnológica. “Los jóvenes ya no conocerán tiempos de espera para descargar, conectarse o comunicarse. Incluso, si llegara a presentarse el llamado lag (retraso en informática o videojuegos), podría tener un impacto en la salud mental”, aventuró.

Uno de los grandes retos será el almacenamiento de la enorme cantidad de datos que podrán descargarse en segundos. “Necesitaremos unidades de almacenamiento mucho más potentes, pero con el tamaño de los dispositivos actuales”, explicó. Como ejemplo, mencionó pruebas recientes realizadas por un instituto nacional de tecnologías de comunicaciones en Japón, donde mediante 6G y fibra óptica descargaron un petabyte (equivalente a un millón de gigabytes) en cuestión de segundos.

Recordó que, cuando era estudiante y participaba en el entonces Centro Universitario Ciencias del Ambiente (CUICA), en Coquimatlán, migraron 10 gigabytes de imágenes satelitales a una estación con capacidad de 10 terabytes: “En ese entonces no imaginábamos cuándo podríamos llenar esa capacidad”.

Álvarez Flores explicó que el surgimiento de una nueva generación de telefonía móvil está determinado por la necesidad de transmitir más datos y por el uso del espectro radioeléctrico, un recurso finito que comparten la televisión, la radio, el internet, los satélites, el WiFi, el Bluetooth y la telefonía móvil (que actualmente utiliza 1.2 gigahercios).

En el caso de la 6G, la frecuencia aumentará de 100 gigahercios a 1 terahercio (equivalente a un billón de bytes por segundo), con un ancho de banda mucho mayor. Para ilustrarlo, el académico comparó: “Es como pasar de transportar un costal de arena en una bicicleta a hacerlo en un tren: la carga viaja con más espacio y energía”.

La red 5G se enfoca principalmente en el Internet de las Cosas (IoT), que conecta electrodomésticos, wearables, focos y pantallas inteligentes. La 6G, en cambio, permitirá integrar a la red dispositivos como tenis, bicicletas, llantas, sensores de gasolina, filtros de aire, aires acondicionados, portones eléctricos, cerraduras, robots domésticos e incluso prendas de vestir con sensores. “Todo se podrá monitorear desde un celular o tableta”, destacó.

Finalmente, subrayó que la 6G también tendrá un impacto positivo en el ámbito académico. Con su implementación, cada edificio o campus universitario podría ofrecer servicios de internet, datos y comunicaciones de alta velocidad mediante fibra óptica, optimizando todos los procesos.