Guadalajara, Jalisco.— El proceso de identificación de restos humanos encontrados en fosas clandestinas, como la localizada recientemente en el predio conocido como Las Agujas, representa un desafío complejo para las autoridades forenses de Jalisco, no sólo por la magnitud del hallazgo —más de 249 bolsas con restos—, sino por los múltiples factores técnicos, ambientales y humanitarios involucrados.

Durante una comparecencia del gabinete de seguridad de Jalisco ante medios este jueves, el director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), Alejandro Axel Rivera Martínez, detalló que el trabajo de recuperación e identificación de los restos se realiza en diversas fases.

En una primera etapa se localizan y extraen los indicios; después, en laboratorio, médicos forenses y antropólogos realizan un análisis detallado que incluye la búsqueda de tatuajes, señas particulares y la toma de muestras genéticas.

“Cada bolsa puede contener desde un solo segmento corporal hasta varios, lo cual hace aún más complejo determinar cuántas víctimas hay en total”, explicó Rivera Martínez.

Hasta el momento, el número mínimo estimado de personas representadas en los restos es de 54, aunque esta cifra podría aumentar conforme avance el análisis genético.

El funcionario destacó que uno de los principales obstáculos en la obtención de perfiles genéticos es la degradación de los tejidos, provocada por factores como la humedad, la presencia de hongos y bacterias, así como las características químicas del suelo.

“Hay casos en los que es necesario repetir los procesos múltiples veces o recurrir a técnicas avanzadas e incluso asesorías internacionales para lograr resultados concluyentes”, señaló.

Rivera Martínez hizo énfasis en el carácter humanitario del trabajo forense: “Tratamos cada segmento con respeto, con la intención de recuperar la mayor cantidad de información posible que pueda dar identidad a las víctimas y paz a sus familias”.

Por su parte, la Vicefiscal en Personas Desaparecidas, Blanca Jacqueline Trujillo Cuevas, subrayó que el tamaño del hallazgo no es inédito en Jalisco. Recordó que durante 2020 y 2021 se encontraron al menos tres fosas de mayor magnitud, aunque reconoció la gravedad del caso actual.

Trujillo Cuevas señaló que el procesamiento del sitio se realiza de forma interinstitucional, con participación de la Comisión Estatal de Búsqueda, la Comisión Nacional de Búsqueda y peritos del IJCF.

“Aunque en los últimos días no se han hallado nuevos indicios, continuamos inspeccionando el terreno cuadrante por cuadrante, incluso con maquinaria pesada, para asegurar una revisión exhaustiva”, explicó.

La funcionaria también confirmó que ya se han notificado a algunas familias que han logrado identificar tatuajes en los restos, lo que ha iniciado procesos de confronta genética y, en algunos casos, trámites para la entrega de cuerpos.

Ambos funcionarios reiteraron que no se retiene información con fines burocráticos, sino que la prioridad es garantizar certeza científica en la identificación de cada persona.

“No es negligencia ni desinterés. Es un compromiso ético y técnico con las familias y con las víctimas”, señaló Rivera Martínez.

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