ESCOLLERA / TT Hernan, continúa el recuento de los daños

Por Edgar Cazares

*A un mes del paso de la Tormenta Hernan el recuento de los daños continúa y en no muy pocas localidades del puerto la dinámica cotidiana está lejos de normalizarse.

Lo peor de todo es que el desastre ocurriría más temprano que tarde, solo era cuestión de tiempo y la chispa que detonara las múltiples problemáticas de la ciudad que han sido ignoradas olímpicamente por varias administraciones –municipales, principalmente- algunas de las cuales aplicaron aquella táctica de “hacer como que atendemos…”.

Y las consecuencias están ahí: decenas de viviendas inundadas, miles, quizá millones, de pesos en pérdidas en menaje y muebles domésticos así como, no menos grave, localidades incomunicadas. Y eso que solo fue una tormenta tropical. Qué sucederá el día que suframos los embates de un súper huracán.

Seguramente, ojalá no suceda nunca, sería el acabose para un puerto que ante cualquier lluvia de consideración parece ahogarse en un mundo de problemas, e insisto, siempre en las mismas partes.

No debemos dejar de lado que la temporada de ciclones y huracanes aún no termina. Esta puede extenderse durante todo octubre y, quizá, parte de noviembre.

Para colmo de males –aunque creo que la lluvia también tiene sus muchas aristas positivas- septiembre ha sido un mes especialmente lluvioso, donde las tormentas y borrascas suceden una semana sí y otra también.

Espero que el milagro se dé y que este año 2020, excepcionalmente catastrófico, al menos en tema de ciclones no nos depare un caos derivado de un fenómeno meteorológico de gran magnitud.

También hago votos porque alguna administración, del nivel que sea, algún día asuma el reto de poner orden en este tenor no solo haciendo las obras hidráulicas pertinentes sino impidiendo el surgimiento de desarrollos habitacionales en áreas inapropiadas, riesgosas o que pongan en entredicho a colonias aledañas.

Sin duda el crecimiento demográfico de Manzanillo continuará y se requiere, luego de décadas de omisiones –e intereses-, poner orden.

*Al dirigente estatal de Morena se le hizo bolas el engrudo. Se reunió con el joven manzanillense Carlos Olivar Jr. –no se especificó dónde fue la reunión si en Colima o en el puerto- pero este último en sus redes presumió que se le había nombrado como dirigente de las juventudes morenistas en el estado.

Ante la andanada de críticas este último corrigió la plana, en sus redes sociales, y explicó que solo había sido un mero encuentro para ponerse a las órdenes de dicho movimiento político.

Desconozco si el joven manzanillense se encargó personalmente de colgar las fotos y fotos de su perfil pero sin duda deberá ser muy cuidadoso en ese tenor. Con esto de que cualquier fotografía u opinión en las redes puede volverse viral o simplemente ignorado por las masas se debe ser sumamente responsable y meticuloso. Más quienes aspiran a ser políticos o de plano ya están en esa labor.

Sin duda Carlos Olivar Jr. es un joven bienintencionado que busca trazar su propio camino y carrera en la política. Ojalá sepa sacar provecho de este episodio que protagonizó. Cualquier tropiezo bien canalizado puede hacernos mejorar. Y claro, también a la crítica se le puede sacar provecho personal.

*El que se voló la barda fue el regidor Fabián Soto. El integrante del cabildo a quien solo le recuerdo por sus múltiples berrinches y presencia testimonial en el ayuntamiento, salió a reclamar derecho de antigüedad y hasta de piso por este tema de los liderazgos juveniles de Morena dando a entender que él era amo y señor en esas cuestiones.

Su postura me pareció entre risible y criticable. He visto a muchos otros jóvenes sudar la camiseta de ese movimiento menos al funcionario de marras. Dicen algunos ciudadanos que al regidor solo se le puede ver en Juárez No. 100 cada 15 días, claro cuando es día de nómina.

APUNTES DESDE LA COSTA

Hacía ya varias semanas que tuve que hacer una pausa en estas lides. Y no es para menos julio, agosto y lo que va de septiembre –que agoniza por cierto- ha sido un periodo cargado de trabajo y también, debo de aceptarlo, de malas noticias y situaciones inesperadas.

Pero como citaba líneas arriba la adversidad también puede servir para mejorar y valorar no solo lo que se ha ido sino lo que permanece aquí en esta dimensión terrenal.

A partir de esta ocasión espero ya no interrumpir esta cita y compartirle algunas reflexiones desde Manzanillo, este municipio que parece, por muchas razones, un mundo aparte en el mapa colimense.

Gracias por el favor de su atención. Sus comentarios por favor a edgar.cazares.afmedios@gmail.com