Por Edgar Cazares
*En Mayo del 2019 diferentes autoridades, entre ellas la diputada Claudia Yáñez, acudieron a Manzanillo a anunciar con bombo y platillo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa de clase mundial y sin duda una de las más aborrecidas también a nivel mundial, generaría tarifas preferenciales para los muy castigados, y por varios flancos, usuarios del puerto.
Porque no conforme con soportar las muchas incomodidades que el complejo termoeléctrico generaba a la ciudad también la paraestatal despachaba, sin miramiento alguno, recibos bimestrales elevados.
Muchos esperábamos alguna contemplación para con los habitantes de esta ciudad por las molestias ya referidas –entre ellos la pésima imagen que daba al panorama local la mancha de hollín que emanaba de la termo, visible a varios kilómetros de distancia-. Pero nada.
El caso es que los representantes populares y funcionarios de marras lanzaron en esa ocasión campanas al vuelo jurando y perjurando que de todo lo anterior ya no más y que, por el contrario, nuestra ciudad podía lucir de noche tan iluminada como Las Vegas sin que ello afectara el desvencijado bolsillo de los que menos tienen.
Pues el caso es que todo fue una ilusión óptica: por algunos meses la situación pareció ir viento en popa mientras que los promotores de tal “beneficio” nos lo echaron en cara una y otra vez seguramente teniendo en mente el 2021.
Ya entrados en este 2020 muchos clientes de la CFE, de casi todo el estado, comenzaron a quejarse de que los cobros se incrementaban exponencialmente.
La situación ha alcanzado su clímax en estos días de pandemia cuando mucha gente no ha tenido la entrada económica acostumbrada pero, eso sí, el recibo de la luz llegando puntualísimo.
Incluso hace algunos días en la capital del estado algunos de ellos tuvieron que manifestarse frente a las oficinas de la paraestatal para echarles en cara tal insensibilidad no solo a la empresa sino también al actual gobierno federal, ese mismo que dijo que a partir de este sexenio primero estarían las necesidades de los que menos tienen.
Eso sí, ante la problemática la citada legisladora Claudia Yáñez ha brillado por su ausencia. Ha formulado si acaso, exhortos que seguramente entrarán por un oído y le saldrán por el otro al director del consorcio energético –sí, Manuel Bartlett, egresado emérito del neoliberalismo tan detestado por la 4T-.
Si de momento el costo de tan importante servicio se ha elevado, qué nos esperará en los días de mayor calor. Estaremos entre la espada y la pared.
APUNTES DESDE LA COSTA
*No entiendo cómo en estos días de mucho dolor, luto e incertidumbre haya políticos que estén ya lanzando la casa por la ventana con miras a las elecciones del año que viene: espectaculares en la parte trasera de camiones, encuestas telefónicas, encuestas viralizadas en las benditas redes sociales e incluso pronunciamientos velados de los más de un interesados en continuar en eso de la política.
Me parece que ello es una absoluta falta de respeto y de insensibilidad de los referidos ante estos tiempos donde todos debiéramos ver cómo salir de la pandemia aportando recursos, esfuerzo y solidaridad. Y eso sí generando menos politiquería.
*Dicho sea de paso en semanas recientes ha habido una guerra de publicaciones cruzadas en torno a una potencial alianza del Partido Verde y Morena. Nadie debe asustarse porque pareciera que en política, no estando prohibido, todo se vale.
En el 2018 vimos competir, agarraditos de la mano, al PAN con el PRD, otrora enemigos históricos y de hecho ideologías incompatibles. Claro está que uno y otro partido, el que sea, competirá dependiendo de las decisiones que se tomen desde las grandes esferas, allá en la ciudad de México.
Sus comentarios por favor a edgar.cazares.afmedios@gmail.com
