ESCOLLERA / La necesaria reunión de 7 gobernadores en Colima

Por Edgar Cazares

*Nada de malo tiene que un grupo de gobernadores se reúnan para tratar de integrar estrategias o un frente común que redunden en beneficios para cada una de sus regiones máxime en estos tiempos de extrema dificultad, ante un panorama inédito.

Cabe recordar que una vez que el viejo sistema perdió el control, allá a principios del presente milenio, el ejecutivo federal dejó de ser la cabeza de la otrora dictadura perfecta y se construyó una nueva forma de convivencia y mediación de fuerzas entre el presidente de la República y los mandatarios estatales de cada una de las 32 entidades.

Estos últimos hicieron ver, en buena lid, al entonces jefe político máximo del país, Vicente Fox, que los estados debían asumir en los hechos y no solo en el papel su soberanía que marcaba no solo la constitución federal sino las locales.

Así pues los gobernadores contaron con cierta –o mucha, diría yo- libertad de maniobra en sus estados, con el consentimiento del mandatario nacional, siempre y cuando hubiera una relación cordial, respetuosa. Porque por aquellos años también hubo quien tuvo un comportamiento rebelde y en el pecado llevó la penitencia.

No hay que olvidar que uno de estos últimos fue Andrés Manuel López Obrador, cuya relación con el guanajuatense fue, y sigue siendo, de mucha tensión pero que a final de cuentas el en ese entonces jefe de gobierno capitalino padeció en carne propia el desprecio y más del foxismo.

El caso es que desde que se formó la Comisión Nacional de Gobernadores (CONAGO) se inauguró una nueva forma de convivencia entre lo nacional y lo local, entendiendo que nuestra forma de gobierno tiende a ser federalista más no centralista.

Por ello no debe causar extrañeza la reunión celebrada por 7 gobernadores, incluyendo el de Colima, Ignacio Peralta, en la ciudad de Comala.

No hay más, ni debe haber a futuro, ya dictadores o políticos omnipotentes que busquen controlar los hilos de todo desde la capital del país. Eso sería un serio retroceso para la incipiente democracia mexicana. ¿Qué hubo a quienes no les pareció o criticaron esa reunión multisectorial? No lo dudo y respeto.

A estas alturas los consensos y disensos deben ya ser parte de nuestra nueva realidad socio-política. No obstante en lo personal dicho encuentro me pareció no solo provechoso sino hasta necesario debido a la actitud centralista que ha asumido el gobierno federal.

APUNTES DESDE LA COSTA

*Mis respetos para los empresarios y comerciantes que a pesar de la adversidad y los riesgos que plantea la pandemia por COVID-19 continúan trabajando en forma denodada. He visto a varios que un día sí y otro también no solo abren sus puertas sino además buscan innovar para mantener el buque a flote y que no se pierdan ni la inversión y mucho menos las fuentes de empleo.

He visto casos como el de mi amigo Jorge Padilla, allá en Las Brisas, quien ha impulsado a sus homólogos y otros sectores productivos a no dejarse caer, y pese a los peligros, continuar con la brega día con día para no sucumbir. Enhorabuena por esas personas que se mantienen en actividad y le dan vida a Manzanillo, un municipio donde la única actividad que se ha mantenido al 100 por ciento es el puerto. Las demás han cerrado o han tenido que seguir trabajando con restricciones o limitantes sanitarias.

*No obstante no a todos les ha ajustado para aguantar este auténtico vendaval que nadie vio venir, ni en la peor de sus pesadillas. A principios de año conocí un lugar agradable cuyos dueños denominaron “Kipo” –según sus dueños palabra en turco que al español era equivalente a jardín, donde se respiraba un ambiente placentero y de quietud –así como me gusta-.

No pasó ni una semana de la cuarentena cuando el lugar cerró definitivamente sus puertas. Y así varios comercios a nivel nacional seguramente. Vaya mis respetos para quienes han hecho el esfuerzo para generar oportunidades y no soportaron el embate de esta nueva realidad.

Sus comentarios por favor a edgar.cazares.afmedios@gmail.com