Por Edgar Cazares

*Ahora que están a punto de comenzar las campañas electorales no está de más hacer un repaso a la lista de carencias y falencias de Manzanillo, un municipio que durante mucho tiempo se conoció como “la esmeralda del Pacífico” o “capital mundial del Pez Vela”.

Y es que a pesar de la excepcional belleza natural y del potencial que esta tienen para aspirar a ser una ciudad con calidad de vida los olvidos, omisiones, complicidades y hasta corruptelas han provocado que la ciudad sea un caos, urbanísticamente hablando.

También es cierto que los gobiernos no han pisado el acelerador para corregirlos no sé si porque de plano han sido incapaces o porque dejar las cosas como están, continuar con esa inercia, sea de beneficio para algunos cuantos.

El caso es que, y me duele reconocerlo por el amor que le tengo al lugar donde nací, el atractivo de Manzanillo se ciñe únicamente hacia la playa y el boulevard costero Miguel de la Madrid. De ahí hacia atrás casi todo deja mucho que desear en cuanto a infraestructura urbana, planeación, servicios y otros aspectos.

También basta con ponerse en medio de entre el recinto fiscal y zonas habitacionales de los alrededores para darse cuenta sin demasiadas complicaciones del contraste: por un lado, el del puerto interior, calles sin baches, sin obstrucciones, con señalética adecuada, con iluminación de primer nivel mientras que del otro costado… el rezago total que la hace lucir como el Manzanillo de hace 30 años.

Todo lo mencionado se puede resumir en unas cuantas líneas: Un puerto de elite a nivel mundial, y una ciudad de tercera. Gobiernos van, gobiernos vienen y nadie ha podido o ha querido dar orden a la situación.

Manzanillo sigue creciendo sin ton ni son a pesar que desde hace 15 años se cuenta con un instituto municipal de Planeación cuyo mayor logro seguramente es haber construido ¡¡¡sus propias oficinas!!! Y siendo sincero no se ve para cuando ni quien pueda asumir tal pendiente como prioridad para su administración (federal, estatal o municipal).

Lo veo difícil pero espero que en este 2021 donde veremos decenas de políticos obsequiosos, porque claro van buscando un puesto, haya al menos uno de ellos que ya en el poder decida corregir el rumbo.

*Porque no sé en qué punto se abandonado aquel viejo proyecto de renovar la fisonomía de la ciudad, darle un aspecto no solo moderno sino ordenado. Que Manzanillo no solo fuera Las Hadas. Así pues se concibió la idea a mediados de los noventa de comenzar poniendo orden en el centro.

El primer paso fue la construcción del Malecón del Espíritu Santo con la consiguiente demolición de antiguos edificios que se situaban en el frente de playa de la avenida Niños Héroes. Luego siguió el reordenamiento del jardín Álvaro Obregón que dio paso a las plazas del Pez Vela y Juárez.

También cuenta y mucho la creación de la terminal de cruceros. Ya más recientemente la renovación de gran parte del Boulevard Costero Miguel de la Madrid convertida a concreto hidráulico. Y parémosle de contar.

*Qué tan mal andaremos que en el o los accesos principales a la urbe costera no hay, cuando menos, un solo letrero de ¡¡¡bienvenidos!!!

APUNTES DESDE LA COSTA

*No hay día en que no se registre un accidente carretero, en cualquier punto del estado, en donde se vea involucrado por lo menos un tráiler.

El destino ha sido benévolo y hasta la fecha todos hemos corrido con suerte porque no ha habido una tragedia de grandes magnitudes (salvo aquel ocurrido en el 2018 donde un tráiler arrasó con una camioneta dejando una decena de muertos) pero, lamento decirlo, en cuestión de tiempo. No es necesario para que ocurra una desgracia para tomar cartas en el asunto.

La actividad portuaria, que es la que promueve ese intenso flujo de cargueros por las vialidades de la entidad, deja ganancias millonarias, y en dólares, suficientes para pensar en correctivos o alternativas para en algún momento separar el tráfico pesado del ordinario.

Más vale pensar en inversiones que acarreen millones de pesos que en lamentar pérdidas de vidas humanas. Estamos a tiempo.

*Mi solidaridad con mi amigo Héctor Javier Morán quien en días pasados sufriera la pérdida de su señora esposa. Héctor ha sabido ser un colega respetuoso, amistoso y sobre todo ha sabido sobresalir, por méritos propios, en su labor (reportero de policiacas). Mi condolencia a él y su familia ante tan difícil trance.

Gracias por su fina atención. Comentarios a edgar.cazares.afmedios@gmail.com