La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó enérgicamente el azote a 35 hombres y mujeres jóvenes en Irán, sentenciados a ese castigo por haber celebrado juntos una fiesta de graduación la semana pasada en la localidad de Qazvin, al norte de Teherán.
Según las informaciones de los medios de comunicación estatales, los jóvenes fueron arrestados el jueves y en menos de 24 horas se les sentenció y aplicó la condena de 99 latigazos.
El portavoz en Ginebra del Alto Comisionado, Rupert Colville, recordó en una rueda de prensa que el azote es una pena prohibida por las leyes internacionales, particularmente por la Convención contra la Tortura.
“Que las autoridades hayan infligido este castigo cruel, inhumano y degradante –que puede constituir una forma de tortura– es desproporcionado y aberrante”, dijo el portavoz.
Colville también se refirió al caso de 17 mineros azotados este mes en la provincia iraní de Azerbaiyán Occidental por protestar tras el despido de 350 trabajadores de una mina de oro.
Además, indicó que una mujer fue azotada públicamente el mes pasado por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.
El portavoz agregó que si bien la Oficina del Alto Comisionado no tiene datos confiables sobre el uso del azote como castigo en Irán, los reportes sugieren que se practica regularmente para una gama amplia de delitos o presuntos delitos.
Finalmente, urgió una vez más a las autoridades iraníes a poner fin al uso de ese castigo degradante. BP