Villa de Álvarez.- Octavio García, ‘El Payo’, toreó con aplomo y valentía, por momentos muy cerca de sus adversarios y fue ovacionado por el público que acudió a la primera corrida formal en ‘La Petatera’ en el marco de los Festejos Charrotaurinos 2015 de Villa de Álvarez. A su primer toro le arrancó una oreja, y al segundo, dos.
Pablo Hermoso de Mendoza, la súper estrella del toreo a caballo, estuvo impreciso al matar, aunque regaló detalles de mucha calidad.
‘La Petatera’ se llenó para presenciar las evoluciones del rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza y de los toreros Juan Bautista (francés) y ‘El Payo’.
Abrió la corrida el francés, quien se enfrentó con aplomo a Jabonero, de la ganadería Campo Hermoso, a quien le sacó buenos muletazos de derecha, tras un toreo sobrio con el capote. Lo mejor de su faena fue una estupenda estocada.
El segundo de la tarde, Profe, dio dos vueltas al ruedo antes de identificar a la pareja enemiga, Hermoso de Mendoza y su caballo, se prestó sin remilgos al arriesgado toreo del español. Embistió denodadamente, y Hermoso de Mendoza lo sorteó con gracia, pero falló en la suerte suprema y se fue bajo aplausos, pero sin premio.
‘El Payo’ recibió el galope de Samurái (Campo Hermoso) y desde el capote se dio cuenta de que se caía al embestir, así que cuando llegó a la muleta le planteó un toreo en corto, se juntó al máximo con el animal y tejió una faena sutil, sin grandes alardes pero sin demeritar al cada vez más desfalleciente aunque bravo toro, y lo mató de una buena estocada, profunda, ligeramente atrasada, aunque muy plástica.
El francés Juan Bautista lidió a Sucio, de 500 kilogramos. Y lo despachó en apenas cuatro minutos. Lo mató de una estocada atrasada, pero profunda. Una faena a todo correr, con un toro peligroso.
A continuación, Ojos, de la ganadería de Teófilo Gómez, se ganó la reprobación del público al evitar en todo momento el encuentro con Pablo Hermoso y su montura. Esperpénticamente, el toro se negaba al toreo y regresó a los corrales una vez que el español trató sin éxito matarlo.
Gepeto, toro de reserva, entró al quite. Hermoso hizo entonces una faena lúcida, encontrando el punto exacto para aproximar el caballo, y saliendo con los elegentísimos giros que lo han hecho famoso. Incluso se atrevió a intentar el gesto técnico conocido como ‘el teléfono’, apoyando el antebrazo entre los cuernos del toro. Pero falló con el dejó de muerte.
Finalmente, ‘El Payo’ se enfrentó a Conocedor, al que le hizo una faena por momentos milimétrica, citando al toro muy en corto, por momentos girando con él, probándolo con la muleta, muy próximo, valiente. Cerró su faena con una estocada firme, certera. Se llevó dos orejas y el reconocimiento unánime de la afición colimense.
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