CDMX.- En el marco de las celebraciones de fin de año, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) resaltó la importancia del nopal como el «secreto del campo» para la elaboración de los romeritos, un platillo emblemático de la cocina mexicana que fusiona la biodiversidad de la milpa con los sabores del mar.

Más allá de su uso tradicional, el nopalito se posiciona como un superalimento gracias a su densidad nutricional. La dependencia informó que este producto es «un alimento rico en nutrientes, al contar con un alto contenido de zinc, fósforo, calcio, fibra y vitamina C», elementos que lo consolidan como un aliado para la salud de los consumidores.

Dentro del guisado conocido como «revoltijo», el nopal cumple una función triple: aporta un sabor ligeramente ácido, una textura suave y un refuerzo vitamínico. Según el comunicado oficial, estas bondades lo convierten en un «ingrediente tradicional en la cocina mexicana, especialmente en la preparación de los romeritos durante las fiestas decembrinas».

Origen y «Cosecha Verde»

El nopal es una planta cactácea de gran resistencia que se desarrolla en climas cálidos y suelos rocosos. Aunque su producción es constante a lo largo del año, la Secretaría detalló que los mayores volúmenes se recolectan entre marzo y mayo. Sin embargo, su presencia es vital en diciembre para acompañar a los romeritos, los cuales pertenecen a la familia de los quelites y crecen junto al maíz y el frijol.

La institución subrayó que la disponibilidad de este alimento es posible «gracias a las y los productores, quienes mantienen su vocación por el campo y el compromiso de llevar este alimento a las mesas».

Además de su relevancia culinaria, la Sader recordó que el nopal posee una versatilidad industrial sorprendente. Además de ser una «excelente opción para agregar a tus platillos navideños», el nopal también se utiliza como materia prima para la elaboración de artículos de higiene y cosmética, tales como jabones, cremas y champús.

Para quienes buscan integrar este ingrediente de forma óptima, las autoridades recomendaron un proceso de preparación sencillo que incluye el lavado, retiro de espinas y una cocción de 10 a 15 minutos antes de mezclarlos con el mole y las tortitas de camarón, garantizando así la mejor experiencia al paladar en las cenas de Navidad y Año Nuevo.