¿EL ESTADO VS LA CONSTITUCIÓN?

¿EL ESTADO VS LA CONSTITUCIÓN?
Por: Noé GUERRA PIMENTEL

Cito: “Regresar a la guerra contra el narco no es opción. No es opción; primero, porque está fuera del marco de la ley. Todos estos de la derecha, que se llenan la boca de la o las palabras: Estado de Derecho y defienden la guerra contra el narco.
La guerra contra el narco está fuera de la ley, porque, como lo dije, o lo he dicho en varias ocasiones, es permiso para matar sin ningún juicio; y eso, en México nadie, o muy poquitos están de acuerdo. Está fuera del marco de la ley. Y, segundo, no sirvió de nada más, que para aumentar los homicidios en México y el nivel de violencia. Entonces, estos llamados autoritarios, porque son autoritarios, es ir hacia el fascismo”. Claudia Sheinbaum. Palacio Nacional. 07/11/25.

Independientemente de las falacias de la presidente, la pregunta obligada sería ¿Entonces cuál es la otra opción? Si ha quedado más que claro que el arrastrado absurdo, impuesto por el sexenio anterior, de “abrazos, no balazos”, como el “Los voy a acusar con su mamá” y el trivial ondeo del pañuelito blanco de “amor y paz”, utilizados como estrategias mediáticas simplemente no han funcionado, al contrario, y haciendo a un lado lo ridículas que para muchos han sido esas expresiones, los números -sus números- del propio gobierno no mienten, aunque ella, la presidente, como su antecesor “tenga otros datos”.

Para muestra, sin actualizar, veamos las cifras de homicidios dolosos de los últimos tres sexenios en nuestro país: 2006 al 2012 con Felipe Calderón, hay un registro de 120,463 (55.01 diarios y tasa de 17.92); del 2012 al 2018 con Enrique Peña Nieto, se anotaron 156,066 (71.26 diarios y tasa de 21.56) y el de 2018 al 2024, con Andrés M. López Obrador, el más violento, con 201,160 (un promedio diario de 94.44 y una tasa de 27.05 por cada 100 mil habitantes). Fuente: La guerra en números. TResearch International. 21 de julio 2025.

Esos fueron los números, esos fueron los muertos de manera violenta, es decir, ejecutados, sin contabilizar a las y los desaparecidos, cuyos números en el último sexenio, contra lo que reiteradamente afirma el discurso matutino desde hace siete años, se han duplicado. Además de que todo eso, la posición guardada por el anterior y la actual presidente, sí ha sido flagrantemente violatoria del Estado de Derecho, al explícitamente renunciar a una obligación constitucional del Estado que representan, como lo es garantizar la seguridad nacional haciendo uso legal de la fuerza frente a quienes atenten contra el orden y la paz pública.

Al respecto, el artículo 21 constitucional es preciso: Establece que la seguridad pública es una función del Estado que tiene como fines “salvaguardar la integridad y derechos de las personas, así como preservar las libertades, el orden y la paz públicos”. No hay vuelta, se debe acatar tal cual y no a discreción o solo cuando a ellos les convenga, no se presta a otra interpretación. Pero bueno, consta en muchos ejemplos que el presunto juramento o protesta que hacen la mayoría de las y los ungidos antes de ocupar los cargos de elección o “representación popular” sobre el cumplimiento de la carta magna, solo lo toman como un paso más del protocolo que deben obedecer para asumir el poder conferido, pero no para acatar lo que la Constitución dispone para la salvaguarda de los intereses y bienestar colectivos.

Hoy, México entero, Michoacán y particularmente Uruapan, la gente se los está recordando en las calles, motivados por el lamentable cuanto artero asesinato del presidente municipal, Carlos Manzo, ejecutado la noche del sábado 1 de este noviembre en un evento público y quien repetidamente se los mencionaba, como en la entrevista del pasado 23 de septiembre, con el periodista Carlos Marín en El Asalto a la razón de MILENIO, cuando, entre otras, le dijo: “No hay grupo delictivo (sic) más poderosos que el Estado mexicano. El Estado mexicano con el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, tiene una estructura y una formación castrense, militar táctica, de inteligencia… ¿Qué se necesita? Voluntad política y determinación para regresar la estabilidad al país, al estado de Michoacán y a muchos estados de la república”.