Al inaugurar las Jornadas Académicas Universitarias este martes, el rector Miguel Ángel Aguayo López dijo que este programa formativo “es una estrategia de la universidad que le permite mejorar la preparación de los docentes y hacer más eficiente su labor de enseñanza”.
En el auditorio de la Facultad de Contabilidad de la Universidad de Colma, lugar de la inauguración, Aguayo López recalcó que “los docentes son actores clave de la vida institucional y que se requiere de su participación activa para lograr un cambio que permita mejorar y afrontar los retos del futuro de la universidad y fortalecer el nuevo proyecto organizativo de la universidad”.
En el evento participarán expertos de universidades de México y España, quienes coordinarán talleres y conferencias sobre la mejora en la enseñanza universitaria, así como los materiales, estrategias y recursos prácticos de la tutoría, nuevas estrategias para la atención y el acompañamiento del estudiante.
Al hacer uso de la voz Francisco Javier Venegas González, titular de la Dirección de Orientación Educativa y Vocacional, señaló la importancia de las jornadas académicas como parte del programa de reforma institucional que vive la Universidad de Colima, para mejorar y fortalecer la relación y atención del estudiante.
Posterior a la sesión inaugural, Amador Guarro Pallás, especialista en didáctica y organización escolar de la Universidad de La Laguna, España, compartió sus prácticas docentes en la enseñanza universitaria y ofreció a los profesores reunidos criterios para valorarlas.
Antes de su conferencia, Guarro Pallás destacó el adelanto de la Universidad de Colima al tener implementados desde hace mucho tiempo programas alternativos de enseñanza como el ABP, una estrategia que reconoció como bastante previsora.
En su plática, el investigador español pidió enfáticamente a los profesores alterar sus creencias de cómo aprenden los estudiantes y cómo se produce el conocimiento que ellos deben transmitir, ante el necesario e inminente cambio educativo.
“Seguimos creyendo que el alumno va a clase como decía Aristóteles —como una tabla rasa—, que por medio de la repetición se obtiene aprendizaje y que enseñamos como fuimos educados porque creemos que es la forma adecuada”, dijo este asesor curricular.
Para él, una enseñanza auténtica, según término propio de Neumann, requiere de una construcción y profundidad del conocimiento, de una conexión con el mundo real, más allá del aula o la zona de conexión, de una conversación sustantiva y del apoyo social al rendimiento del alumnado.
Guarro Pallás proporcionó a los docentes las cuatro condiciones organizativas que él recomienda y que son: la investigación colaborativa de profesores en equipo, tiempo para la planificación colaborativa e individual, un desarrollo profesional basado en la propia práctica y el apoyo de la administración y dirección del plantel, que refiere reconocimientos, incentivos, tiempo y espacios.
“Este trabajo colaborativo debe ser el motor de una buena práctica docente, al margen de lo que individualmente podamos formarnos con cursos o seminarios; ésa investigación colaborativa, con cuatro o cinco profesores, nos obligará a comprender qué es lo que ocurre, por qué y qué tenemos que hacer para mejorarlo”, sentenció Pallás, “pero todo lo anterior debe ser en condiciones conocidas y equitativas y sin emplear un conocimiento externo a la realidad de cada maestro, porque ésa es la base”.
