¿QUÉ VIENE?
Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
Las estructuras del poder, independientemente del tamiz ideológico, buscan control, desde una forma sutil, tal como el convencimiento democrático, hasta el autoritarismo que no deja cabo suelto.
La historia, la registrada por lo menos, nos ha llevado y traído por muy disímbolas maneras de organización social. El matriarcado prehistórico, la divina monarquía, la bota estatista, el veleidoso capital. Todas formas que han intentado manejar a un grupo humano pretendiendo prosperar y permanecer.
Hay pocos intentos que han conseguido que sus integrantes se sientan más o menos cómodos y satisfechos con sus vidas. La aislada tribu amazónica de los Massaco, con su sencillo estilo de vida o la sofisticada sociedad nórdica, con tecnología de punta, relevancia económica mundial, educación de vanguardia y un sistema de salud que algunos dicen es el segundo mejor del mundo.
Lo común entre estos extremos es que el esfuerzo personal y grupal entiende la importancia de las libertades del individuo. Cuando hay mayor infelicidad detectada, es cuando mayormente nos sentimos oprimidos.
La construcción del camino del autoritarismo en México avanza con velocidad y contundencia. Una somera lista de los cambios legales que han venido sucediendo, desde la reforma al poder ejecutivo, hasta la identificación biométrica, han dejado de ser hechos aislados, son una estrategia; Morena busca el poder absoluto.
Dramatizar, quejarse o sentarse a chillar en la banqueta, además de no resolver nada, acelera el proceso, pues nos alejamos de una profunda y genuina reflexión que pudiera orientar los esfuerzos por crear una resistencia.
Ellos ya están convencidos que no necesitan ya de máscaras o sutilezas. Ahí está el ejemplo de cómo nadie de una fuerza política ajena fue invitado a la última visita de la presidenta Sheinbaum a nuestro estado. No fue error u omisión, fue deliberado, hay que entenderlo. Y no suframos pues, así va a ser la cosa. Asumamos y enfoquémonos en encontrar la grieta que merme esta rampante estructura DESPÓTICA.
MICROCUENTO
La semana pasada fue la jardinería extrema, esta semana fue mi estómago. Un par de grasosos y deliciosos taquitos de sesos pusieron en jaque, por necedad (sólo me iba a curar) y salmonela, más de 10 días a mi flora intestinal. Pareciera que voy a comenzar una serie de relatos “Mis achaques y yo, guía práctica”