Científicos descubren cómo trabaja la dermicidina en el cuerpo humano

Un equipo de científicos europeos ha descubierto la forma en que actúa un antibiótico natural, fabricado por el cuerpo humano, llamado dermicidina.

Generado por la piel cuando sudamos, se trata de una molécula muy eficaz a la hora de destruir las bacterias responsables de la tuberculosis y las causantes de otras enfermedades infecciosas.

De ser bien aplicado el resultado de este trabajo, podría contribuir a que la industria farmacéutica desarrolle nuevos antibióticos, más eficaces y menos pasibles de ser «eludidos» por la resistencia que desarrollan las bacterias.

En concreto, los expertos han logrado discernir la estructura atómica del compuesto, lo que les permite localizar -por primera vez- como actúa la dermicidina para ser tan eficaz en la lucha antibacteriana.

Aunque se sabe que existen alrededor de 1700 clases de antibióticos naturales, los científicos -hasta ahora- no tenían una comprensión detallada de cómo actuaban.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Edimburgo, Gotinga, Tubinga y Estrasburgo, se publica en la revista científica “Proceedings of the National Academy of Sciences”.

El sudor extiende sobre la piel varios compuestos antibióticos muy eficientes, que nos protegen de muchas bacterias y hongos.

Así, si la piel se lesiona por un pequeño corte o la picadura de un mosquito, las moléculas antibióticas secretadas por las glándulas sudoríparas, como la dermicidina actúan rápida y eficazmente para detener a los invasores.

A estas sustancias naturales se las conoce como péptidos antimicrobianos (AMP), y son más eficaces -en el largo plazo- que los antibióticos hoy utilizados, ya que las bacterias no logran desarrollar rápidamente resistencia contra su acción.

Estos agentes antimicrobianos logran atacar lo que se considera el «talón de Aquiles» bacteriano: su membrana celular, cuya estructura no puede ser modificada rápidamente para resistir el ataque.

Debido a esto, las moléculas AMP tienen un gran potencial para generar una nueva generación de antibióticos más eficientes y anti-resistentes.

La dermicidina funciona muy bien frente a muchos patógenos conocidos tales como la responsable de la tuberculosis, (Mycobacterium tuberculosis) y la Staphylococcus aureus.

Justamente, las cepas resistentes de Staphylococcus aureus se han convertido en una amenaza creciente para los pacientes internados.

Y por eso, el equipo científicos espera que sus resultados puedan contribuir al desarrollo de una nueva clase de antibióticos capaz de atacar dichos gérmenes peligrosos.

Según el doctor Ulrich Zachariae de la Universidad de Edimburgo de Física, quien participó en el estudio, «los antibióticos no sólo son fabricados por la industria farmacéutica, sino que nuestro cuerpo sintetiza sustancias muy eficaces a la hora de defenderse de las bacterias, hongos y virus.

Y ahora que sabemos en detalle cómo funcionan estos antibióticos naturales, podremos usar esto conocimientos para ayudar a desarrollar medicamentos que combatan las infecciones y que sean más eficaces que los antibióticos convencionales».

Con información de NeoMundo

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