La selección chilena quedó oficialmente fuera del Mundial 2026 tras una campaña catastrófica en las Eliminatorias CONMEBOL. Con apenas 10 puntos en 16 encuentros, La Roja cerró su participación en el último peldaño de la tabla, acumulando una serie de tropiezos que evidencian la profunda crisis que atraviesa el fútbol chileno.
El golpe definitivo se lo dio Bolivia en El Alto, donde la selección local se impuso y selló la eliminación matemática de Chile. Con este resultado, los bolivianos mantienen viva la esperanza del repechaje, mientras que La Roja firma su tercera ausencia consecutiva en Copas del Mundo.
La campaña chilena fue una de las más pobres en su historial reciente. En las 16 fechas disputadas, el conjunto liderado por Ricardo Gareca registró los siguientes datos:
• Encuentros disputados: 16
• Triunfos: 2
• Igualdades: 4
• Caídas: 10
• Goles convertidos: 12
• Goles recibidos: 28
• Puntos sumados: 10
Estas cifras reflejan una alarmante falta de efectividad ofensiva y grandes falencias defensivas. Chile jamás logró afianzar un estilo de juego claro y acumuló derrotas determinantes que lo dejaron sin opciones de avanzar.
El choque frente a Bolivia fue el golpe final. En los 4,150 metros sobre el nivel del mar en El Alto, el equipo altiplánico controló el partido y se impuso con claridad. Chile llegaba con la necesidad de ganar para mantener una tenue esperanza de repechaje, pero su nivel fue insuficiente.
Bolivia supo aprovechar su localía y la falta de respuestas del conjunto chileno para quedarse con tres puntos valiosos. La caída no solo significó la eliminación definitiva, sino que también dejó al descubierto las fallas tácticas y estructurales de La Roja.
Con esta eliminación, Chile encadena su tercera ausencia seguida en Copas del Mundo, algo que no ocurría desde los años setenta. Desde su última actuación en Brasil 2014, donde alcanzó los octavos de final, la selección ha sido incapaz de volver a encontrar competitividad.
La falta de recambio generacional, los constantes relevos en el banquillo técnico y la inexistencia de un plan estratégico sólido son factores clave en este fracaso. Ahora, la dirigencia tiene el enorme desafío de reconstruir el proyecto y definir un nuevo rumbo para evitar que esta caída se vuelva permanente.
La eliminación deja un panorama cargado de incertidumbre. Con una generación histórica en declive y sin figuras emergentes que asuman el protagonismo, Chile debe rediseñar su camino si aspira a volver a ser competitivo en la élite internacional.