Colima.- La Universidad de Colima abrió las puertas del Teatro Universitario a unos 400 niños de escuelas primarias de Colima, del Instituto Down de Colima y la Casa Hogar del Niño Colimense, para que presenciaran el ensayo matutino de la Orquesta Filarmónica del Desierto, originaria de Coahuila de Zaragoza.
Dirigida por el maestro invitado Anatoly Zatin, la filarmónica destinó la mañana a un intenso ensayo previo al Concierto de Gala efectuado el miércoles pasado por la noche.
Fue un momento para que niños y niñas se acercaran y sensibilizaran con la música clásica en una acción de formación no sólo en el ámbito académico, misión vital de la Universidad de Colima, sino también en el aspecto cultural, lo que aporta calidad de vida.
“Todo lo que tiene que ver con cultura y arte les hace bien y les llama mucho la atención. Los niños ya me expresaron que quieren tocar algún instrumento, lo que significa un sentimiento muy bonito, porque tal vez en un futuro serán músicos y ya lo consideran como una posibilidad”.
Así lo expresó la maestra de quinto y sexto grado, Mercedes González Rocha, de la Escuela Primaria “Federico Rangel Fuentes”. Ella no tiene duda alguna de que estos eventos culturales permiten a niños y niñas ampliar sus conocimientos.
Enfatizó que sus alumnos y alumnas no pueden fácilmente venir a estos eventos. En esto coincidió la maestra Noemí Pérez García, de la Escuela Primaria “Carlos L. Oldenburg”, quien asegura que en el hogar no tienen la facilidad de traerlos. “Los niños aprecian esto porque no se les cobra pasaje ni entrada, lo cual me parece muy buena idea”, dijo.
El ensayo que presenciaron los menores consistió en la Obertura de Egmont, el segundo y tercer capítulo del Concierto para piano y orquesta No. 4 y el primer movimiento de la sinfonía No. 5 en Do Menor. Las tres obras clásicas elegidas para esta clase lúdica son del compositor y pianista Ludwig van Beethoven.
La maestra Mayra Patiño Orozco, coordinadora del Departamento de Música del Instituto Universitario de Bellas Artes (IUBA), explicó a los niños y niñas qué hace un director de orquesta, los tipos de instrumentos sobre el escenario y qué es una obertura; asimismo, narró las historias sobre cada una de las obras de música clásica que interpretó la orquesta.
Al finalizar la parte lúdica del ensayo, la alumna de la Escuela Primaria “José María Morelos”, Ana Karen Cedillo Solares, sonriente, dijo que le gustó todo: “La orquesta estaba muy bonita”.
A Héctor Murillo Vázquez, de la Casa Hogar del Niño Colimense, le pareció muy bien el concierto, y dijo que en una ocasión anterior vino al teatro a ver al Ballet Folclórico de la Universidad de Colima. Lo que a él más le gusta es el baile, particularmente el “Break dance”.
A Guadalupe Núñez Piña, de la Escuela Primaria “Gregorio Macedo López”, le gustó mucho el concierto para piano y orquesta no. 4 así como las explicaciones, pues de las Bellas Artes la música es la que más le gusta.
De manera especial, el grupo de 10 jóvenes del Instituto Down de Colima, acompañados por dos maestras, una madre de familia y una joven practicante de Trabajo Social, ocuparon la primera fila. Su maestra Nadia Alcántar Quintero explicó que las artes tienen que ver mucho con el desarrollo social e intelectual, y especialmente para ellos, que son personas muy creativas.
Es muy importante que se puedan vincular –señaló–, “incluso más cuando son éstos los únicos espacios y oportunidades disponibles para que ellos puedan gozar de este tipo de conciertos”, finalizó.
En el acercamiento de estos niños al concierto se contó con el apoyo de personal del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU), mediante el cual la UdeC orienta sus acciones de bienestar social, cultural, psicológico y académico hacia los propios universitarios y la sociedad en general. BP
