Bajo el Sol
Por: Carlos AGUIRRE
Mi primera colaboración para este medio, se tituló El valor de la verdad, se publicó el 6 de agosto del año anterior, 2024, hace poco más de un año. Inicié esa colaboración transcribiendo la definición que de la mentira hace la Real Academia Española, “…expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se piensa o se siente.”.
Ahí dije y sigo pensando lo mismo, que “…la mentira se ha popularizado tanto que es aceptada por muchos, dado que hasta el presidente de la república hace de ella un muy importante recurso frente a los medios de comunicación y cuando es descubierto, su respuesta ya es incluso, (sic) esperada, es (sic) que él tiene otros datos, según lo dice, sin la menor manifestación de pena, incluso dibujando una casi imperceptible sonrisa en su rostro.
La mentira y la falta a la verdad, han sido parte importante en los discursos y propuestas en las campañas electorales… ¿Que nos espera bajo el mando y guía de una autoridad que miente a diario? ¿Seguir de brazos cruzados riendo la astucia a quien evade los cuestionamientos? ¿Si la autoridad miente, entonces los ciudadanos podemos hacerlo con la misma impunidad, o solo es un recurso gubernamental?”.
Pienso que el principal problema que tenemos en México es que todos hemos tolerado la mentira y la falta de verdad no nos extraña. Mentirosos, unos más y otros menos… pero casi todos, aunque muchos justifican porque tienen otros datos.
Lo cierto es que, insisto, no podemos aspirar a un país mejor sin dejar de mentir. Por ello, es que aplaudo y quiero decirle a la ministra Lenia Batres que por primera vez estoy de acuerdo con ella: Cárcel a los medios de comunicación que publiquen mentiras.
Nunca pudo estar más acertada la ministra, pero… ¿Por qué un medio de comunicación, publica mentiras? Generalmente, porque alguien las dice. ¿Debe entonces el medio de comunicación convertirse en juzgador y decidir él, si publica o no alguna información, para no ser “encarcelado”?
El informe de ayer de la señora Sheimbaum, está plagado de mentiras y datos a medias. ¿Debió haberse publicado? ¿En este caso, quien es el que debe terminar en la cárcel, el medio que lo difunde, la señora que lo dijo, o quienes le hicieron el discurso? Es un tema interesante, pero, debemos tomarle la palabra a la austera ministra Batres. Ya no más mentiras y menos, mentiras del bienestar.
Cárcel a los medios de comunicación que publiquen mentiras, parece una sentencia lapidaria que, más que buscar la verdad, pretende un régimen sin medios opositores, uno donde solo los políticos oficialistas tengan el derecho de mentir; pareciera que se pretende monopolizar la mentira, ¡Que descaro y que poca mauser! reclamar la propiedad de un bien tan miserable: mentir.
Debemos pugnar por un México libre de mentiras y darle valor a la verdad, sin dedicatorias, ni falsos pronunciamientos. Merecemos un país donde la mentira debe ser juzgada como tal. En Estados Unidos, quien miente, comete perjurio y merece la cárcel incluso, además desde luego que la destitución inmediata del cargo que ostenta.
Nada debe ser tan poco tolerable como la mentira. Además, una mentira dicha por un representante popular, o por un funcionario público, merece el mayor de los desprecios y el mayor de los castigos, la cárcel, dice Lenia Batres. Para ello no debe haber fuero que proteja cual manto sagrado. Quien mienta debe ser encarcelado, como dice Lenia. Así no podrán los políticos ofrecer a diestra y siniestra en las campañas, mintiendo.
Tampoco podrán mentir para defenderse cuando son señalados de algo, como ella misma cuando tratando de justificar los asuntos no atendió, dijo que porque a ella le turnaron más que a los demás y ella sabía que mentía cuando lo dijo.
No mentir es una deuda que tienen nuestras autoridades, más allá de justicia cercana a la gente, más allá de inciensos y ceremonias de purificación, lo que necesitamos es que se nos garantice el derecho humano a la verdad.
No más mentiras, aunque sean del bienestar.
Mientras el gobierno nos mienta, el país seguirá sin rumbo cierto, nosotros, seguiremos bajo el sol, como siempre. Nos vemos pronto.
Pd. Quise entrar a la página de la SCJN, específicamente a ver el currículum de Lenia Batres y ¿Qué creen? Acceso denegado. No tiene permiso para visitar esta página. ¿Ocultar la verdad, también es una manera de mentir, no?