Cameron pide a sus compatriotas apoyo para la permanencia en la UE

El primer ministro británico, David Cameron, hizo el martes un dramático llamamiento de última hora a los ciudadanos para que apoyen la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, dos días antes del referéndum para el que los sondeos anticipan un resultado bastante ajustado.

Los británicos decidirán el jueves si abandonan el bloque de 28 países en medio de advertencias de líderes mundiales, inversores y compañías de que una decisión de ese tipo reducirá su poder de influencia y generará agitación en los mercados y en el mundo occidental.

En un inusual discurso televisado desde las afueras de su residencia oficial de Downing Street, Cameron reiteró su mensaje de que dejar la UE afectaría a la economía británica y su seguridad nacional, con una reducción de los empleos, menos aliados y precios más altos.

«Los británicos no abandonan», afirmó usando la expresión coloquial inglesa «Brits don’t quit» con el telón de fondo oficial.

En su mensaje, hizo una interpelación directa a los votantes mayores, considerados más euroescépticos y dispuestos a acudir a las urnas. «Estarán ustedes en esa cabina de votación. Sólo ustedes, tomando una decisión que afectará su futuro, el futuro de sus hijos, el futuro de sus nietos», señaló.

La intervención del líder conservador ocurrió poco después de que se conociera un sondeo que mostró una caída en el apoyo a la permanencia en la UE a apenas un punto por delante del ‘Brexit’, como se ha denominado la eventual salida de Reino Unido del bloque. [ID:nL1N19D0K2]

Comentaristas indicaron que la apresurada comparecencia sugería que Cameron -que prometió un referendo en 2013 presionado por diputados de su propio partido- y el comando de campaña por la permanencia están muy preocupados sobre el resultado.

Arron Banks, un multimillonario magnate de los seguros que financia una de las campañas para dejar la UE, dijo en Twitter: «Cameron está en pánico, ya no está en sus manos».

Mientras cada parte buscaba jugar su última carta ganadora, la campaña pro-UE, «Reino Unido más fuerte en Europa», hizo público un afiche final de una puerta que conduce a un vacío oscuro con el eslogan: «Sal y no podrás volver».

El excapitán de la selección inglesa de fútbol David Beckham sumó su voz a la lista de los defensores de la permanencia. «Por nuestros hijos y sus hijos debemos enfrentar los problemas mundiales juntos y no solos», dijo.

Los partidarios de dejar el bloque reforzaron el foco en lo que llaman una inmigración sin control, al decir que Cameron fue advertido hace cuatro años de que su objetivo de reducir las llegadas netas era imposible debido a las reglas de la UE.

El Partido por la Independencia de Reino Unido, contrario a seguir en la UE, desveló un póster que muestra un atasco de tráfico con el mensaje «Las escuelas desbordadas», asegurando que casi uno de cada cuatro colegios primarios del país estaban completos o con exceso de solicitudes.

¿PEOR QUE EL «MIÉRCOLES NEGRO»?

La UE, ya sacudida por diferencias sobre la inmigración y el futuro de la zona euro, perdería a su segunda mayor economía, una de sus principales potencias militares y por lejos su centro financiero más rico.

George Soros, el multimillonario que apostó en contra de la libra en 1992, escribió en un artículo en el diario The Guardian que una votación para abandonar la UE desataría una mayor y más perturbadora devaluación que la caída del «Miércoles Negro», cuando la presión del mercado forzó a la moneda británica a retirarse del Mecanismo Europeo de Cambio.

La libra había subido en las últimas jornadas, apoyada por sondeos más positivos, sugiriendo que los ciudadanos se estaban inclinando más por seguir en la UE. No obstante, cayó desde un máximo de cinco meses y medio frente al dólar y las acciones descendieron tras la encuesta de Survation que reflejó un descenso del apoyo a la permanencia.

Según la casa de apuestas Betfair, la probabilidad implícita de un voto en favor de continuar en la UE es del 76 por ciento, pero analistas de los mercados financieros son más cautos.

«Iremos a la votación sin una gran confianza en la predicción del resultado en ninguna dirección», afirmó el analista de JPMorgan Malcolm Barr en una nota a sus clientes. REUTERS