Ayuda internacional a la educación disminuye 2%: Unesco

Paris.- La ayuda internacional a la educación fue de 13 mil 200 millones de dólares en 2017, un 2 por ciento menos que en 2016, es decir, 288 millones de dólares menos.

Estas cifras, recién publicadas por el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO, muestran que los niveles de ayuda a la educación se siguen estancando, al haber aumentado solo un 1 por ciento anualmente en promedio desde 2009.

Estos datos plantean preguntas sobre el compromiso mundial para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas número 4, relativo a la educación.

La fragmentación de los sistemas de financiación de la educación también constituye un obstáculo. Se espera que este mes se anuncie el Fondo Internacional de Financiamiento para la Educación, cuyo objetivo es reducir el costo de los préstamos para la educación en los países de ingresos medios.

Este mecanismo multilateral será un complemento a la Alianza Global para la Educación, que otorga subvenciones a países de bajos ingresos.

Manos Antoninis, director del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, lamenta la falta de compromiso. “Se ha hablado mucho de grandes ambiciones desde 2015, cuando se estableció el nuevo programa de educación, pero los donantes están moviendo el dinero de un lugar a otro, experimentando con diferentes formas de gastar una misma cantidad, pero sin dar más”.

Países donantes

Los donantes no han cumplido la promesa de respetar la meta de la ONU de dedicar un 0.7 por ciento del ingreso nacional bruto a la ayuda exterior. Si lo hicieran y asignaran el 10 por ciento de dicha ayuda a la educación primaria y secundaria, habría lo necesario para colmar el déficit de financiamiento anual, que alcanza 39 mil millones de dólares.

Sin embargo, de los diez principales donantes a la educación de la OCDE, el Reino Unido es el único país del G7 que dedica, como indica la ONU, el 0.7 por ciento de su ingreso nacional bruto a la ayuda exterior.

Y la educación ha perdido prioridad entre los socios para el desarrollo, ya que la proporción dedicada a la educación cayó de un máximo del 10.7 por ciento de la ayuda total en 2007 a solo el 7.1 por ciento en 2017.

Gran parte del recorte a la ayuda total a la educación puede explicarse porque el Reino Unido redujo su ayuda a la educación en un 29 por ciento, y de esta reducción el 60 por ciento fue una disminución en su asignación a la educación básica.

De ser el segundo mayor donante al financiamiento total de la educación básica en 2016, en 2017 cayó al cuarto lugar, con 517 millones de dólares.

A nivel mundial, Alemania encabeza la ayuda a la educación, a la que asignó 2 mil millones de dólares en 2017, seguida de los Estados Unidos, con mil 500 millones, y Francia, con mil 300 millones.

Francia fue el donante que más incrementó su financiamiento de 2016 a 2017, hasta alcanzar un total de 207 millones de dólares. Este incremento concuerda con el compromiso francés de aumentar su ayuda oficial para el desarrollo hasta un 0.55 por ciento del ingreso nacional bruto antes de 2022.

Sin embargo, el 58 por ciento de la ayuda de Alemania y el 69 por ciento de la ayuda de Francia se destinan a becas y costos imputados para que estudiantes de países en desarrollo estudien en sus universidades y centros de educación terciaria.

Si se excluyeran estos rubros específicos, la ayuda a la educación restante se habría reducido aún más en el último año, en un 5 por ciento o 534 millones de dólares.

Así, a medida que la ayuda para la educación superior aumentaba, la ayuda a la educación secundaria se redujo en un 2 por ciento y la ayuda a la educación básica en un 8 por ciento entre 2016 y 2017.

“De seguir las tendencias actuales, no se llegará a la meta de alcanzar la educación primaria universal. Si los donantes no actúan para apoyarlos, es aún menos probable que se alcance nuestra ambiciosa meta de educación”. BP