Aumentan los muertos por los deslaves en China a más de 1,000

La cifra de muertos por los deslaves que sepultaron el domingo a un condado de la provincia noroccidental china de Gansu aumentó a 1,117, mientras que otros 627 siguen desaparecidos, informaron las autoridades locales a través de la agencia Xinhua.

Un total de 45,000 personas han sido evacuadas de la zona ante el peligro de nuevos aludes de barro y escombros, las lluvias dificultan las labores de rescate en las que participan 10,000 efectivos.

La oficina de Asuntos Civiles de la provincia informó en un comunicado que 567 supervivientes han recibido tratamiento médico y que otros 64 están gravemente heridos en Zhouqu, donde un 30% de la población es tibetana.

El primer ministro Wen Jiabao ha visitado la zona afectada, donde además el barro del deslave formó un lago artificial que amenaza con desbordarse. Los soldados han conseguido drenarlo hasta reducir el riesgo, aseguró este miércoles el viceministro de Recursos del Agua, Jiao Yong, en rueda de prensa.

El subdirector de emergencias del Ministerio de Sanidad, Zhang Guoxin, aseguró que no se han detectado brotes epidémicos pese a las condiciones insalubres que predominan en la zona por la fetidez de los cadáveres y la contaminación del agua estancada.

Un área de 310,000 metros cuadrados ha sido esterilizada para atajar posibles epidemias, agregó Zhang.

El viceministro Jiao rechazó las críticas que señalan que la catástrofe pudo haberse evitado y que fue provocada por la explotación extrema de la zona, situada en la prefectura tibetana de Gannan y a orillas del río Bailong.

«Los masivos aludes han sido causados por condiciones climáticas extremas», aseguró Jiao Yong al ser cuestionado por los peligros de las construcciones ilegales en las riberas del Bailong.

Zhouqu ha padecido 9 meses de sequía, por lo que las repentinas lluvias de 97 milímetros en 40 minutos fueron las causantes del masivo alud, aseguró Jiao, quien no obstante reconoció el riesgo que suponen las viviendas ilegales cerca del curso alto del Bailong.

El subdirector del departamento de Geología del Ministerio de Tierra y Recursos, Tao Qingfa, sostuvo que el terreno montañoso, la sequía y el efecto del terremoto de 2008 en la vecina provincia de Sichuan están entre las causas del devastador alud.

Estas avalanchas son más destructivas que las inundaciones porque se mueven a gran velocidad y aumentan de tamaño a medida que arrastran árboles, viviendas y vehículos: «Avanzan tan deprisa que es difícil que dejen tiempo para una evacuación», agregó Tao.

Los tibetanos, una etnia que acusa a los chinos de reprimir su cultura, aseguran que la construcción masiva de presas, la minería y la deforestación son las causantes de esta tragedia.

Así lo señalaba en su blog la popular escritora tibetana Woeser, quien subrayó que en Zhouqu se están construyendo 47 plantas hidroeléctricas, de las que 15 ya están en funcionamiento.

«Los árboles de las colinas fueron talados, el barro oscuro expuesto al aire se puede ver a simple vista. El río se ha convertido en puro barro por culpa de la quimera del oro», agregó Woeser, quien señala que Zhouqu no era una zona adecuada para vivir.

En 2006, la universidad china de Lanzhou reveló que la deforestación, las actividades mineras, las presas y otros proyectos de desarrollo suponían un peligro para la estabilidad de las colinas y del frágil entorno de la región.

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