Por tercer año consecutivo, estudiantes del sexto semestre de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Colima participaron en el proyecto “Río incluyente”, realizado en la comunidad de Picachos, con el objetivo de facilitar el acceso al río Palmar a personas con discapacidad durante el periodo vacacional de Semana Santa.
Esta iniciativa, promovida por el Ayuntamiento de Villa de Álvarez, que encabeza la presidenta Esther Tey Gutiérrez Andrade, busca garantizar que todos los visitantes, sin importar su condición, puedan disfrutar del entorno natural de forma segura y accesible.
En esta edición participaron los estudiantes: Santiago Duplan Mendoza y Lourdes Karelly Ibáñez Rodríguez, de la Licenciatura en Educación Física y Deporte, acompañados por el coordinador del programa, Luis Fernando Maciel Bucio.
También colaboraron las estudiantes de la Licenciatura en Educación Especial: María Lourdes Jiménez Guerrero y María Fernanda Anchondo Díaz, bajo la guía de Eva Rosalía García, responsable del Centro de Atención para la Educación Inclusiva de la Facultad.
El director de la Facultad, Martín Gerardo Vargas Elizondo, destacó que este tipo de proyectos favorecen el aprendizaje práctico de los estudiantes y, al contar con participantes de dos programas educativos, se logra una atención integral a personas con discapacidad. “Nuestros estudiantes ya han cursado la mitad de su carrera, por lo que cuentan con las herramientas necesarias para actuar ante distintas situaciones, gracias a su trabajo previo con personas con discapacidad, adultos mayores y niños”, señaló.
Por su parte, Eva Rosalía García explicó que las estudiantes de Educación Especial se encargaron de diseñar e implementar actividades lúdicas inclusivas. “Interactuaron con niños, personas adultas y de la tercera edad, asegurando que su experiencia en el río fuera accesible no solo en la parte acuática, sino también en las actividades recreativas”, comentó.
Luis Fernando Maciel subrayó que el proyecto permitió a los estudiantes aplicar los conocimientos adquiridos en el aula en un contexto real, lo cual enriqueció su formación profesional. “Este contacto con la comunidad es fundamental para reforzar su aprendizaje y compromiso social”, afirmó.
El estudiante Santiago Duplan compartió su experiencia: “Decidí participar porque me pareció muy útil. Es muy distinto aprender en el aula que aplicar lo aprendido en la práctica. Surgen situaciones que no están en los libros, y uno aprende de la experiencia. Fue muy lindo ver a las personas disfrutar gracias a nuestro apoyo”.
Agregó que su participación le brindó nuevas perspectivas sobre cómo interactuar con personas que tienen distintas condiciones físicas y de personalidad. “Fue una experiencia muy bonita, estaría encantado de participar nuevamente el próximo año”.
Desde la Licenciatura en Educación Especial, María Lourdes Jiménez valoró el trabajo conjunto entre estudiantes de ambas carreras: “Nos complementamos muy bien en las actividades. Ellos nos apoyaban en dinámicas físicas, y nosotras en la atención a personas con discapacidad”.
Finalmente, María Fernanda Anchondo resaltó la riqueza de convivir con personas con y sin discapacidad. “Coincido con mis compañeros en que fue muy valioso poner en práctica lo aprendido en clase. Estas vivencias nos preparan verdaderamente para nuestra labor profesional”.