La incautación por parte del Departamento de Justicia estadounidense de los detalles telefónicos de periodistas de Associated Press está perjudicando la capacidad de la agencia para recabar noticias, dijo el domingo el presidente ejecutivo del grupo mediático, Gary Pruitt.
«Funcionarios que normalmente hablarían con nosotros y personas que hablan en el curso normal del acceso a noticias ya nos están diciendo que están algo renuentes a conversar con nosotros», dijo Pruitt en el programa «Face The Nation» de CBS.
«Ellos temen ser vigilados por el Gobierno», sostuvo.
El Departamento de Justicia informó a AP el 10 de mayo que incautó registros de más de 20 líneas telefónicas de la agencia correspondientes a abril y mayo del 2012. La toma de los detalles de llamados es parte de una indagación sobre filtraciones a medios de un frustrado complot terrorista.
«Aproximadamente 100 periodistas usan estas líneas telefónicas para recabar noticias», dijo Pruitt.
«Y en el curso de estos dos meses de incautaciones de los registros, se hicieron miles y miles de llamados para acceder información», manifestó.
La Casa Blanca ha dicho que el presidente Barack Obama se enteró sobre la incautación de los registros por parte del Departamento de Justicia por reportes de la prensa y que no tenía conocimiento previo de la medida.
El Gobierno estadounidense está encarando cuestionamientos sobre varios incidentes que han generado preocupación sobre su transparencia.
Pruitt dijo que el Departamento de Justicia hizo una excepción a sus propios reglamentos que le obligaban a notificar a AP sobre la toma de sus registros telefónicos, al considerar que tal información habría representado una amenaza sustancial a la investigación.
«Pero ellos no han explicado por qué se trataría de una amenaza y nosotros no podemos entenderlo», indicó Pruitt. «Ni siquiera tuvimos posesión de esos registros, ellos tuvieron posesión de nuestro servicio telefónico y éstos no podían ser manipulados», dijo.
Funcionarios del Gobierno han dicho a Reuters que los detalles telefónicos de AP eran sólo un elemento de una investigación del Gobierno sobre filtraciones de información clasificada en torno a un frustrado plan terrorista para hacer estallar un avión rumbo a Estados Unidos, aparecida en un artículo de la agencia el 7 de mayo del 2012.
«No estamos cuestionando su derecho a conducir este tipo de investigaciones», dijo Pruitt. «Pensamos que lo hicieron de la manera incorrecta, de forma secreta, avasalladora y abusiva», expresó. {jathumbnail off}