AGRESIVIDAD EN LAS INFANCIAS

AGRESIVIDAD EN LAS INFANCIAS
Por: Raziel Algezi Rodríguez Lomelí

La agresividad como cual quiero otro “problema” en la infancia es de tipo multifactorial, es decir, existen diferentes causas por las que un niño puede comenzar a agredir por lo que cuestionar que está viendo la T.V. o la Tablet con programas de contenido violento no estamos ni al comienzo de un análisis causal.

Debes saber, primeramente, que como humanos somos agresivos por naturaleza, es decir, fuimos portados biológica, química y físicamente (cerebro reptiliano) para defendernos de amenazas prominentes. Si no fuera así, nuestros ancestros no hayan sobrevivido y por lo tanto, ni tu ni yo estuviéramos existiendo.

Las amenazas actuales no son un mamut de colmillos filosos, o un tigre que amenaza con comernos, las amenazas han cambiado en la actualidad, nuestro cerebro también, pero la zona cerebral reptiliana continua con nosotros.

Un niño en los primeros meses comienza a ser agresivo naturalmente, es decir, puede ser percibido como un nivel de “agresividad normal” cuando algo no le gusta, cuando quiere algo que vio, cuando se siente físicamente mal etc. y comienza con pataletas, empujones y manoteos.

Las cosas comienzan a complicarse cuando llega a la edad en la que su autorregulación comienza a necesitarse en su control de esfínteres, atención y manipulación de objetos, pero no en el manejo de su enojo y frustración, posteriormente vemos una especie de patrón o un conjunto de repeticiones en su comportamiento, es decir, en ciertos lugares, con ciertas personas, en ciertas circunstancias. Ejemplo: escuela, dos compañeros, cuando pierde en los juegos, en casa, con el hermano mayor, cuando le gana el juguete etc. en cualquiera de los casos, nuestro niño se enoja y acto seguido golpea, empuja, rasguña etc.

Se necesita saber también que cuando queremos darle solución a algún problema infantil, necesitamos primeramente conocer las razones más seguras de esa reacción, es por ello que de acuerdo con algunos autores se categorizan o clasifican los factores usuales en los que es probable que nos encontremos, ya sea en uno o varios de ellos influyendo a la vez.

Factor social

Los niños como debes saber aprenden por imitación, es decir, observan y repiten el comportamiento, y en la mayoría de las ocasiones no es porque desean o sean conscientes de lo que hacen, sino porque piensan que lo que los adultos hacen es bien mirado y aceptado. Y no solo los adultos, también lo que miran en los videojuegos, los programas interactivos o los amigos, así que cuidado con lo que se presenta a su alrededor.

Factor familiar

El hecho de que ningún otro integrante de la familia sea agresivo o lleva a cabo conductas agresivas no exenta al sistema familiar como contribuyente de dicha conducta, suena irónico, pero recuerda la mayoría de las acciones que realizamos como adultos son inconscientes y que nuestro lenguaje corporal dice más que mil palabras, el seno familiar es donde tu hijo ha pasado la mayor parte del tiempo, donde se espera que los niños sean dotados de herramientas para no incurrir en la violencia. Sin embargo, en ocasiones no es suficiente. Un niño agresivo, también es un niño triste, probablemente hasta deprimido, es un niño enojado, y a veces frustrado, su lenguaje para hacernos saber sus emociones muchas veces es a través de conductas agresivas.

Factor moral

Este factor lo pondría como número uno, debido a que se supone ser el más básico y lógico, sin embargo “el sentido común es todo menos común”. La cultura y los patrones de crianza tienen bastante cabida en este factor por la razón de que nuestros valores están sustentados con nuestro lugar demográfico a través del tiempo. Y entonces aprendemos a respetar, a tener paciencia y a tolerar acorde a como nos han ido enseñando a través del dialogo, la comunicación y el ejemplo. Seguramente has escuchado hablar de la disciplina en China, así como el respeto y fidelidad a sus creencias profundamente arraigadas, bueno, su ética y moralidad es profundamente diferente a los países de América Latina.

Factor biológico

Cuando hablamos de factor biológico no es que el niño sea así y justifiquemos su comportamiento, más bien se refiere a que genéticamente y a nivel temperamental la reacción a las respuestas sea más fuerte y más intenso (por decirlo fácilmente) que otros niños en promedio. Seguramente has escuchado “tiene carácter fuerte”, bueno, esto se refiere al temperamento realmente. El nivel de quienes tienen un temperamento fuerte, puede de hecho ser una buena capacidad para adquirir habilidades de liderazgo y determinación, la complejidad es desarrollar esas habilidades canalizando “su energía” en otras actividades productivas y de su interés.

Factor psicológico o emocional

Este factor está inmerso en cada uno de los anteriores, digamos que no es un factor más si no un factor implícito. Digamos que los anteriores son los contextos de la probable génesis del desarrollo de niños con problemas de agresividad , pero este es como el sistema inmunológico, entre más débil, es más probable que nuestros niños enfermen emocionalmente, recuerda que no los podemos poner en una burbuja, ni evitar todos los sucesos que los puedan impactar negativamente, sin embargo, portarlos de un sistema inmunológico fuerte con una autoestima alta, herramientas de solución de conflictos, valores, fuerte autoconcepto y autoeficacia, relaciones sanas o vaya una inteligencia emocional valiosa, será más probable no evitar el dolor, pero si el sufrimiento. ¿Sabías que los estudios indican que las personas que más tiene éxito en la vida no son quienes han obtenido buenas notas, sino quienes tenían mejor inteligencia emocional en su infancia?

Contacto:
Raziel Algezi Rodríguez Lomelí

Maestra en Psicoterapia Infantil

Atiende en CHRIZANE Consultoría y Desarrollo Humano
Cel: 3139614951
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