Abordan desafíos actuales en la formación de psicólogos y psicólogas

En el marco de la XXVI Semana de Psicología de la Universidad de Colima, se llevó a cabo la mesa de diálogo “Los desafíos actuales de la formación de los y las psicólogas”, en la que participaron cinco especialistas de distintas instituciones educativas en el estado.

El panel estuvo integrado por Jimena Zacarías Salinas y Eleazar López Cuevas, de la Universidad de Colima; Cintia Jael Cruz Olmos, de la Universidad Multitécnica Profesional; Jorge Armando Sánchez Bazán, de la Universidad del Valle de Atemajac, y Saraí Rosario Ramírez Villatoro, de la Universidad Vizcaya de las Américas.

Durante la charla, se abordaron temas como los retos de la formación en la era de la inteligencia artificial (IA) y las tecnologías digitales, la necesidad de lograr una cobertura e inclusión educativa sin perder calidad, y la pertinencia de los programas de formación en contextos marcados por la violencia y la desigualdad social.

Cobertura e inclusión con calidad

Jimena Zacarías, profesora de la UdeC, abordó los desafíos para lograr una mayor cobertura e inclusión educativa sin comprometer la calidad formativa. Señaló que en México solo el 27 % de la población en edad de cursar estudios superiores tiene acceso a este nivel educativo.

Comentó que en la Facultad de Psicología, en 2020, se recibieron más de 300 solicitudes de ingreso, pero solo se aceptó a un centenar de estudiantes debido a limitaciones de capacidad. Actualmente, la tasa de aceptación ronda el 58.1 % y la retención estudiantil supera el 80 %. “Esto ha sido posible gracias al trabajo del profesorado, que además de sus labores académicas, asume funciones como la tutoría personalizada, que permite un acompañamiento más cercano”, explicó.

Respecto a la inclusión, Zacarías destacó la importancia de evitar la estandarización de los procesos formativos, reconociendo la diversidad de perfiles y necesidades del alumnado, incluyendo a quienes viven con alguna discapacidad. “No se trata de homogenizar, sino de entender y responder a las distintas posibilidades de progreso de cada persona”, afirmó.

Educación en contextos de violencia y desigualdad

Zacarías también abordó la necesidad de formar profesionales conscientes del entorno social en el que actuarán. Afirmó que las instituciones de educación superior deben asumir que también son espacios donde se reproducen formas de violencia vinculadas con la desigualdad. “Uno de los grandes retos es transversalizar ejes formativos que promuevan la reflexión sobre las violencias que incluso podemos ejercer sin darnos cuenta”, dijo.

Asimismo, subrayó que no se puede desvincular lo psíquico de lo social. “Todo proceso psíquico está ligado a procesos sociales. Si ignoramos esa dimensión, dejamos de lado gran parte de lo que configura la realidad psicológica de las personas”.

Tecnología e inteligencia artificial en la formación

Por su parte, Eleazar López reflexionó sobre el uso de la inteligencia artificial en la formación académica, advirtiendo que su uso irresponsable puede fomentar el deseo de obtener resultados sin proceso. “Queremos respuestas sin estudio, síntesis sin pensamiento, conocimiento sin esfuerzo. Pero es en el viaje, no solo en el destino, donde realmente se forma el conocimiento”, afirmó. Agregó que el uso excesivo de estas herramientas puede llevar a perder habilidades fundamentales como leer, escribir, decidir y pensar críticamente.

En esa misma línea, Cintia Jael Cruz mencionó que el rol docente actual implica enseñar a usar la tecnología de forma ética y responsable. “Los estudiantes deben mantener el sentido humano, la empatía y la sensibilidad. La IA no puede reemplazar eso”, apuntó.

Nuevas generaciones, nuevos retos

Jorge Armando Sánchez habló sobre el impacto de los cambios culturales acelerados en la formación profesional, así como del avance exponencial de la tecnología. Observó que muchos docentes aún sienten temor frente a estas nuevas herramientas, pero enfatizó la importancia de generar pensamiento crítico y fomentar la apropiación tecnológica en la psicología. “No debemos tener miedo a mezclar psicología con programación. Es hora de pensar en cómo integrar estas herramientas para el beneficio de la formación profesional”, sostuvo.

Diversidad cultural y empatía

Finalmente, Saraí Rosario Ramírez subrayó que un verdadero compromiso profesional comienza con la apertura a la diversidad cultural y étnica. “Si no estamos dispuestos a trabajar con personas diferentes a nosotros, difícilmente podremos brindar una atención psicológica ética y empática. Lo humano debe ir por delante del profesionalismo”, concluyó.

La mesa de diálogo ofreció un espacio valioso para reflexionar sobre la evolución de la formación en psicología, destacando la urgencia de adaptarse a un entorno cambiante sin perder de vista la dimensión humana de esta disciplina.