A propósito de los nuevos libros de texto y el contexto en LATAM

APUNTES PARA EL FUTURO
Por: Essaú LOPVI

La educación es una herramienta poderosa para formar a las generaciones futuras y transmitir valores, conocimientos e ideologías. En Latinoamérica, la política educativa ha estado fuertemente influenciada por diversas corrientes ideológicas a lo largo del tiempo, incluido el socialismo.

La ‘implementación de la ideología socialista’ en los libros de texto de educación básica, no es privativo de México, ya ha pasado en otros países como Cuba, Venezuela, Argentina, ha sido un tema controvertido y ha generado debates acalorados en la región.

Y aquí quiero hacer un pequeño paréntesis estimado lector, a propósito de la polémica por los nuevos libros de texto de la educación básica, misma que ha desestimado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señalando que no hay nada de que preocuparse, y que sus críticos “ven comunistas por todos lados”.

Este paréntesis solo es para explicar que en los nuevos libros de texto, las asignaturas que se conocían antes desaparecen y ahora serán substituidos por cuatro Campos Formativos: Lenguajes, Saberes y Pensamiento Crítico, Ética, Naturaleza y Sociedad y De lo Humano y lo Comunitario.

Ejemplo: antes había español e inglés y ahora el Campo Formativo Lenguajes contemplará – en teoría – español, inglés y artes. Matemáticas y Ciencias desaparecen como asignaturas individuales y ahora se contemplará en el Campo Formativo, Saberes y Pensamiento Crítico, los otros dos Campos son: Ética, Naturaleza y Sociedad y De lo Humano y lo Comunitario – en este último la SEP señala que servirá “para que los estudiantes construyan de manera gradual su identidad y proyecto de vida”.

Ahora bien, el objetivo de introducir la ideología socialista en los libros de texto de educación básica ha sido, en muchos casos, promover una visión más igualitaria y justa de la sociedad.

El socialismo, como corriente política y económica, busca reducir la desigualdad, proporcionar acceso a servicios básicos y fomentar una participación activa del Estado en la economía y el bienestar social. Estos principios pueden considerarse nobles y, en teoría, podrían beneficiar a las comunidades más desfavorecidas.

Sin embargo, la implementación de la ideología socialista en los libros de texto también ha generado controversia debido a varias razones y riesgos ya vistos en otros países, y aquí enlisto algunos como:

Sesgo ideológico: Los críticos argumentan que la introducción de la ideología socialista en los libros de texto puede generar un sesgo político, desfavoreciendo otras corrientes de pensamiento y limitando la libertad de pensamiento crítico. Esto podría dar lugar a una educación sesgada y poco plural.

Debate sobre el papel del Estado: La discusión sobre el papel del Estado en la economía y la sociedad es compleja y ha sido objeto de debate a lo largo de la historia. La introducción de la ideología socialista en los libros de texto puede simplificar esta discusión y dejar de lado otras perspectivas, como el liberalismo o el conservadurismo.

Dificultades prácticas: La implementación práctica de los principios socialistas puede ser compleja y ha sido objeto de numerosos experimentos y políticas en diferentes países. Introducir estas ideas en libros de texto podría ser visto como una visión simplificada y utópica de la realidad, sin abordar los desafíos y dificultades reales de su aplicación.

Contexto regional: Latinoamérica es una región diversa en términos políticos, económicos y sociales. La introducción de una ideología socialista en los libros de texto debe considerar las diferencias entre los países y sus realidades históricas y culturales.

Falta de pluralidad y libertad de pensamiento: La educación debe ser un espacio donde los estudiantes tengan la oportunidad de explorar diversas perspectivas y puntos de vista. Si los libros de texto promueven exclusivamente la ideología socialista sin presentar otras ideologías políticas o económicas, se corre el riesgo de limitar la libertad de pensamiento de los estudiantes y de promover una visión sesgada del mundo. Esto puede dificultar el desarrollo de habilidades críticas y analíticas, esenciales para una ciudadanía informada y comprometida.

Manipulación de la información: Los libros de texto son una fuente clave de información para los estudiantes. Si están diseñados con un enfoque ideológico, existe el riesgo de que la información se manipule o se presente de manera sesgada para respaldar la ideología dominante. Esto puede llevar a una distorsión de la realidad y una pérdida de objetividad, lo que a su vez afectaría la capacidad de los estudiantes para comprender plenamente los problemas sociales y políticos.

Falta de adaptación a la realidad cambiante: La ideología socialista puede tener fundamentos teóricos sólidos, pero la realidad es compleja y está en constante cambio. Los libros de texto basados en una ideología específica pueden volverse obsoletos rápidamente, ya que es difícil prever cómo evolucionarán los contextos económicos, políticos y sociales. Una educación basada en una sola ideología puede no preparar adecuadamente a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo real.

Polarización y división social: La introducción de una ideología política específica en los libros de texto puede generar polarización y división en la sociedad. Las diferentes corrientes políticas y económicas tienen seguidores y detractores, y promover exclusivamente una ideología puede crear conflictos y tensiones entre grupos con puntos de vista opuestos. Es fundamental fomentar la tolerancia, el respeto y el entendimiento entre diferentes visiones para construir sociedades más cohesionadas y armoniosas.

Educación como medio para fines políticos: La educación no debe utilizarse como un medio para promover intereses políticos o partidistas. Los libros de texto deben basarse en la búsqueda del conocimiento objetivo y la comprensión de los hechos, más que en la promoción de una ideología específica. Utilizar la educación como herramienta para adoctrinar a los estudiantes en una ideología política particular puede socavar la integridad del sistema educativo y erosionar la confianza en las instituciones educativas.

Si bien es importante promover valores de igualdad y justicia social, también es necesario garantizar una educación imparcial, plural y que fomente el pensamiento crítico.

La inclusión de diferentes corrientes políticas y económicas en el currículo educativo permitirá a los estudiantes formarse una visión más completa y objetiva de la realidad, preparándolos para ser ciudadanos informados y comprometidos con su sociedad.

En resumen, si bien es importante abordar temas sociales y políticos en la educación, es fundamental que los libros de texto sean imparciales, fomenten el pensamiento crítico y presenten una variedad de perspectivas.

La educación debe ser un espacio para el desarrollo integral de los estudiantes, brindándoles las herramientas necesarias para que puedan formar sus propias opiniones informadas y participar de manera activa y responsable en la sociedad. La cautela y la apertura a diferentes puntos de vista son esenciales para garantizar una educación equitativa y de calidad.