Colima.- A casi 100 años de la erupción de 1913, este domingo el volcán de Colima resucitó con dos explosiones lo que originó que los turistas que disfrutaban de la nieve del otro coloso, fueran evacuados por su seguridad.
Fue un 20 de enero de 1913 cuando el volcán de fuego de Colima registró una de las erupciones consideradas más violentas, aproximadamente a las 10:30 horas.
Y es que esta semana, el volcán de fuego estuvo nevado por un día aproximadamente; el de nieve sigue cubierto con el manto blanco.
De acuerdo al Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima, a lo largo de los últimos 500 años el volcán de fuego ha tenido una frecuencia de actividad de tipo explosiva con un número que supera las 30 erupciones entre las que destacan las de 1585, 1606, 1622, 1690, 1818, 1869, 1890, 1903 y 1913, por citar sólo algunas.
Las manifestaciones evidentes que ha demostrado el Volcán de Fuego de Colima durante sus períodos de actividad, son las erupciones de material magmático expulsado en diferentes formas, presentando además otras manifestaciones pre-eruptivas que nos dan la posibilidad de prever una gran erupción.
Una de las recientes, la de 1913, produjo un cráter de aproximadamente 500 metros de profundidad que se ha llenado lentamente con lava y ha sobrepasado el nivel de los labios del cráter, formando un domo que obstruye la chimenea principal del volcán, convirtiéndose en un tapón que impide la salida del material desde el interior.
En 1991, un episodio de crecimiento de domo de lava en bloques generó un colapso parcial del cuerpo del mismo, produciendo derrumbes de material incandescente y lahares posteriores.
La reciente erupción de carácter efusivo del 20 noviembre de 1998 demuestra que la actividad interna del volcán sigue el comportamiento de siglos anteriores en los cuales el ciclo eruptivo termina con un cambio en el estilo de actividad, culminando en una erupción de tipo subpliniana a pliniana con la generación de una columna eruptiva mayor a 10 km y produciendo lluvia de ceniza en un radio mayor a 30 km, generando además, flujos piroclásticos por las pendientes hasta en un radio de 15 km, tal y como ocurrió en 1818 y 1913.
En el domo también se producen explosiones. Entre las más recientes están las ocurridas en 1987 y la del 21 de julio de 1994 que dejó un cráter somero en la superficie del domo formado en 1991 y alcanzó un diámetro de 130 metros por 50 metros de profundidad y produjo una ligera lluvia de ceniza hacia el oeste.
El 10 de febrero de 1999 se presentó un nuevo evento explosivo en la cima del volcán, mismo que repitió con menor intensidad los días 18 de febrero y 10 de mayo de 1999. El 17 de julio de 1999 tuvo lugar una nueva y violenta explosión que arrojó una gran cantidad de material incandescente por los costados del volcán y levantó una columna de ceniza superior a los 8 kilómetros.
Fuentes: http://www.ucol.mx/volcan/historia_volcan.htm
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