Bajo el sol
Por: Carlos AGUIRRE
Como cada año, las redes sociales se inundan de mensajes de los principales personajes públicos y de la gente común. Todos queremos dejar plasmados nuestros propósitos para el próximo año y desear a todos lo mejor.
Muchos aprovechan para hablar de la realidad, cada uno de la propia, compartir su visión y a veces, se hacen llamados para juntos construir el futuro que queremos. A veces se reparten culpas, o logros, depende.
Los mensajes son muy diferentes entre sí, muchas veces contrastantes, como si se hablara de muchos mundos diferentes.
La realidad sin embargo es una sola, aunque cada quien la vea como guste, como quiera verla.
La noche y el día ahí están, muy distintas entre sí y aunque se pretendan ver iluminada una y obscuro al otro, respectivamente, la realidad es una sola y no es como se quiera ver, es como es. El día es día y la noche es noche.
Se que hay que dar gracias a Dios por lo que tenemos y tratar de aprovecharlo al máximo y muchos piensan que no deberíamos reclamar lo que nos falta, pero, es difícil no hacerlo cuando quien toma las decisiones, lo hace de una manera abusiva, burlesca, manipulando la realidad, acusando y juzgando a una parte de la sociedad por el simple hecho de que no piensa igual. Nos faltan muchas cosas y no nos las dan porque sus prioridades son distintas a las nuestras, o porque no pensamos igual. ¿Cómo dejar de reclamar cuando las cosas se hacen por ocurrencias, caprichos o solo por joder (como cancelar el aeropuerto)?
Muchos ignoran que se está acabando la planta productiva del país y el abismo entre fifís y chairos está pasando a un plano mayor. Ahora, en el discurso oficial la clase media somos los malos de la película, porque además no pagamos impuestos. ¿Cuándo vio Usted eso, estimado lector? ¿Ese es el papel que la autoridad debe jugar? ¿Polarizar? ¿Juzgar y culpar a un sector, que es mayoría, solo porque no está de acuerdo en la manera como se gobierna? No sé cuánto tiempo más tengamos que seguir escuchando tanta mentira y negación de nuestra realidad. No lo sé.
Ante un señalamiento, la respuesta automática es que quienes opinamos en contra del gobierno y alzamos la voz, dicen que lo hacemos por resentimiento, que porque ya no nos dejan robar como lo hacíamos antes. ¡Que estupidez! ¡Que descaro! ¡Que vileza! Eso es abusar del poderío y control que se tiene de los medios, de ninguna manera es la realidad.
No porque desde la tribuna mañanera o de la cúpula de morena digan que no hay corrupción, es porque se haya acabado. ¿Qué es el huachicol? ¿Cómo se llama la asignación dirigida de TODAS las obras promovidas por el orate? ¿Cómo referirnos a los grandes negocios en la compra de medicinas y que, además, no haya? ¿A la barredora, incluso a Miss Universo? ¿A las mentiras de Noroña? ¿Cómo llamar a la falta de apoyos al campo nacional, pero sí al cubano? ¿Como referirnos a que no se apoya a los campesinos mexicanos, porque son prianistas? ¿Suponiendo que todos lo fueran, por ese solo hecho no pueden manifestarse, ni recibir apoyos?
Tenemos dos México, el oficial y el de los mexicanos que no votamos por morena. Los menos, que sí votaron, son los únicos que merecen una falsa, populista y demagoga atención, que durará mientras alcance la riqueza que los del PRI y PAN dejaron para el país, aunque dicen que robaban.
Por más periodistas que paguen y medios que subsidien, no podrán cambiar la realidad y aunque ellos escriban y describan un México en crecimiento, en el que la pobreza va quedando atrás, todos sabemos, incluidos ellos, que la pobreza no se erradica ajustando a modo el método para medirla, sino con acciones eficaces que partan de la generación de riqueza y del estímulo a quien lo haga, no con notas de prensa y apoyos económicos por doquier.
Aquí, bajo el sol, sigue habiendo muertes, inseguridad, retroceso, desigualdad, mentira, abuso y demagogia, aunque el discurso oficial lo niegue. Un poco de sinceridad y honestidad, ayudará más que mil discursos. En este México ya es común ver que los trenes se descarrilen…los que hizo el tabasqueño.
Mientras tanto, deseo a todos que este 2026 nos ayude a que cada vez más mexicanos puedan ver la realidad en su justa dimensión, (no digo que la realidad que yo veo, me refiero a la que es, la de verdad) sé que, con la labor y el compromiso de todos, haremos que Colima crezca y en verdad se trasforme en beneficio de todos.
Que este nuevo año sea uno mucho mejor para quienes estamos aquí, Bajo el sol.



















