COLIMA.- Desde la cabina de AF Medios, la titular del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) en Colima, Esmeralda Cárdenas Sánchez, y la presidenta de Fundación CENDES (Centro Nacional para el Desarrollo Sexual Infantil y Juvenil A.C.), Carolina López Alvarado, compartieron el trabajo que ambas instituciones realizan para fortalecer la prevención del abuso sexual infantil y del acoso cibernético, a través de programas educativos y puestas en escena dirigidas a escuelas del estado.

Cárdenas destacó que Sipinna mantiene un plan de acción enfocado en el cuidado y protección de niñas, niños y adolescentes, y subrayó la importancia de la colaboración con Fundación CENDES para acercar contenidos sensibles y urgentes a toda la comunidad educativa.

“Este proyecto urge para trabajar con Fundación CENDES. Ha sido muy bien recibido por escuelas y padres de familia, porque aborda temas delicados como el abuso sexual infantil y el acoso cibernético. Cada presentación nos sensibiliza enormemente; muestra historias reales que reflejan los riesgos que viven hoy nuestras niñas y niños, y la importancia de que las familias estén informadas y en sintonía.”

Explicó que el programa incluye capacitaciones para maestras, maestros, directivos y personal escolar, además de charlas dirigidas a madres y padres de familia, con el propósito de que todos cuenten con herramientas para identificar señales de riesgo y fortalecer la comunicación en casa.

Asimismo, recordó la relevancia de los protocolos de seguridad digital y la supervisión del uso de dispositivos móviles.

Por su parte, Carolina López, presidenta de CENDES, detalló que desde hace una década la fundación utiliza el arte como un vehículo educativo para tratar temas complejos relacionados con la violencia sexual infantil.

Las obras escénicas, dijo, permiten tocar emociones, facilitar la comprensión y romper resistencias que, en su experiencia, suelen estar principalmente en el mundo adulto.

“Trabajar el arte como vehículo educativo no es sencillo porque existe mucho miedo y resistencia en los adultos. Llevamos diez años construyendo teatro, música y danza para la infancia, pero el reto mayor siempre es traspasar el tabú adulto. Sabemos que si movemos emociones, llegamos a la razón y luego a la acción. Por eso lo primero es sensibilizar a docentes y a padres antes de llegar con los niños.”

La presidenta de CENDES explicó que las obras presentadas en Colima abordan dos temáticas principales: la prevención del abuso sexual infantil para niñas y niños desde los tres años, y la prevención del acoso sexual cibernético para adolescentes de secundaria.

Relató que la metodología se basa en el impacto emocional y en la identificación de focos rojos, lo cual permite que los menores comprendan conceptos de manera clara, sin revictimizar ni exponer contenido inapropiado.

Subrayó además que los procesos se construyen a partir de la capacitación previa de directivos y docentes, y que la participación de madres y padres es indispensable para que las campañas sean realmente efectivas en cada comunidad escolar.

“Cuando un padre o madre acude por obligación a la conferencia inicial, sabemos que después llegará a la obra. Porque ya entendió la problemática, conoció las estadísticas, y se sensibilizó. Así logramos campañas exitosas. Parece sencillo, pero implica vencer miedo, tabú y desinformación. Aun así, vale la pena: estamos hablando de la integridad de los niños.”

Ambas especialistas coincidieron en que uno de los principales retos es la poca asistencia de madres y padres de familia, aun cuando las escuelas convocan con anticipación. Cárdenas llamó a reflexionar sobre la importancia de involucrarse y asumir la responsabilidad que corresponde a cada hogar, tanto en la prevención como en la atención oportuna de situaciones de riesgo.

“En algunas escuelas hemos visto filas de sillas vacías. Y este es un tema que no admite excusas: se trata de la vida, seguridad y bienestar de nuestros hijos. Muchas veces juzgamos o repartimos culpas, pero debemos preguntarnos qué dejamos de hacer y qué no estamos viendo. La confianza entre padres e hijos es vital para prevenir y también para reaccionar a tiempo.”

López Alvarado recordó que la educación sexual integral debe iniciar desde edades tempranas y adaptada al desarrollo de cada niña y niño, ya que posponer estos temas por miedo o tabú solo los deja más expuestos a información distorsionada proveniente del entorno o las redes sociales.

“Si los padres no toman la batuta de la educación sexual de sus hijos, la sociedad lo hará. No se trata de hablar de violencia explícita, sino de dar lenguaje emocional, reconocimiento del cuerpo, límites y herramientas de protección. Los niños entienden mucho más de lo que creemos; invisibilizarlos o pensar que ‘ya aprenderán después’ solo aumenta los riesgos”.

Finalmente, ambas representantes enfatizaron que la prevención requiere constancia, participación activa y colaboración entre familias, escuelas y autoridades.

Coincidieron en que visibilizar el problema es el primer paso para enfrentarlo y que el arte, acompañado de capacitación, es una estrategia poderosa para abrir conversaciones necesarias que históricamente han sido evitadas.

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