COLIMA.- Durante la conferencia semanal Diálogos por la Transformación, realizada en el Complejo Administrativo, la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno Silva, expuso el estado que guardan las finanzas públicas y los avances alcanzados en su administración, recordando que recibió un gobierno con graves problemas económicos, deudas heredadas y un déficit que impedía la operación básica de la administración estatal.
Destacó que, gracias a la renegociación de créditos, la disciplina financiera, la austeridad y el uso honesto de los recursos públicos, se ha logrado disminuir la deuda en más de 400 millones de pesos.
A pregunta expresa de los medios de comunicación sobre el tema financiero, la mandataria recordó que la crisis en esta materia no se originó únicamente en el último sexenio, sino que venía arrastrándose desde administraciones anteriores. Señaló que el periodo de Mario Anguiano concluyó con un crédito a largo plazo por cientos de millones de pesos, recurso que —subrayó— no se usó en los fines autorizados.
“Se desvió ese dinero para cosas que no era lo que originalmente se dispuso que ese crédito serviría”, reprochó.
Añadió que, al cierre del gobierno de Ignacio Peralta, ocurrió una situación similar.
“Otra solicitud de endeudamiento a largo plazo importantísima, también por cientos de millones de pesos… y también se desvía parte de ese recurso para objetivos distintos a los que se solicita el crédito”. Este patrón, afirmó, derivó en una administración estatal sin capacidad de pago.
“Recordarán que el exgobernador se declaró en quiebra a unos días de haber pasado la elección… ya se había terminado, en seis meses, el dinero de todo el año”, expresó.
Vizcaíno describió que su gobierno enfrentó no solo deudas históricas, sino atrasos inmediatos que ponían en riesgo funciones esenciales del estado.
“No podían pagar ni siquiera los salarios… y cuando hablamos de trabajadores no hablamos solo del personal administrativo, hablamos de maestras y maestros, médicos, enfermeras, policías”, puntualizó.
Ante ese panorama, aseguró que su administración ha destinado grandes esfuerzos a sanear las cuentas públicas. Expuso que se han cubierto adeudos superiores a 3 mil millones de pesos que los gobiernos anteriores dejaron de pagar al SAT, además de liquidar salarios atrasados, prestaciones pendientes y pagos a proveedores tanto de obra pública como de gasto corriente.
“Hemos estado abonando prestaciones que no se les entregaron en tiempo… y deudas que se quedaron con proveedores”, explicó.

La gobernadora subrayó que su administración también redujo de manera directa la deuda estatal.
“Hemos disminuido la deuda en más de 400 millones de pesos”. Explicó que uno de los puntos clave fue la renegociación de un crédito contratado en la administración pasada, cuyo interés era casi el triple de cualquier otra deuda. Este ajuste permitió disminuir los pagos anuales de intereses.
«Cada año nos estamos ahorrando o dejando de pagar más de 100 millones de pesos anuales que antes estaban comprometidos”, aseveró la mandataria.
Vizcaíno Silva atribuyó estos resultados a la disciplina financiera y a la austeridad aplicada durante su gobierno, pero también al uso honesto de los recursos públicos. Contrastó esta práctica con las administraciones anteriores.
“Antes, cuando encontraban flujo, lo primero que pensaban no era en beneficiar a la gente; pensaban en cómo crecían la nómina para meter recomendados, o cómo incrementaban beneficios para ellos mismos: celulares, viáticos…”.
Aseguró que actualmente los ahorros se traducen en inversión para la población. Aunque no detalló obras específicas durante esta parte de la intervención, sí recalcó el enfoque.
“Ese dinero ahora se utiliza en beneficio de las personas… en programas sociales, salud, obra pública, recuperación de espacios públicos”.
Sobre el déficit estatal, Vizcaíno destacó un avance sustancial respecto a lo que se encontró al inicio del gobierno.
“El gobierno cada año gastaba más de lo que ganaba… hasta 3 mil millones de pesos más de lo que se contaba presupuestalmente”, recordó. En contraste, afirmó que para 2025 el déficit se redujo a «prácticamente 600 y cacho millones de pesos”.
Finalmente, expresó optimismo sobre el cierre de su administración.
“Si mantenemos esta disciplina, el próximo año podremos decir que ya estamos estabilizados y que vamos a entregar una administración sin déficit”.
Con ello, dijo, se garantiza la estabilidad financiera del estado y se evita regresar a prácticas que pusieron en riesgo la operación básica del gobierno en el pasado.
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