Manuel Argudín regala un homenaje a su amigo, el cantautor Silvio Rodríguez

El cantautor cubano Manuel Argudín presentó dos conciertos-homenaje titulados “Venga la esperanza” en honor al cantautor, guitarrista y poeta cubano Silvio Rodríguez. Uno fue en el Centro Universitario de Bellas de Artes Manzanillo (CUBAM) y el otro en el foro universitario “Pablo Silva García” de Colima. En ambos encuentros, estrenó su nueva canción: “Aimee”, dedicada a su esposa por sus 40 años de vida juntos.

La velada inició con el sonido de su guitarra acústica y la voz de Manuel Argudín regalando al público “Tú vas a estar conmigo”, una obra de su autoría con la que hizo suspirar a las y los asistentes.

Con un formato íntimo pero vibrante, Argudín logró poner un énfasis en la cercanía entre artista y su público, en la complicidad del verso. Contó que el género de la trova nació a finales del XIX, precisamente cuando los trovadores eran músicos bohemios y románticos, pues unían la poesía con el canto y el compromiso social.

Afirmó que la trova no es política, sino que va más allá. Narra al amor, la vida cotidiana, los paisajes, y siempre en compañía de una guitarra. Dijo que cuando llegó una nueva etapa para la trova aparecieron grandes referentes como Pablo Milanés, Amaury Pérez, Joan Manuel Serrat y Silvio Rodríguez, este último uno de los cantautores más importantes de nuestra época.

Sobre Silvio Rodríguez, Argudín compartió cómo lo conoció. Confesó que se habían visto en reuniones con amigos: “Conocíamos el trabajo del otro, pero realmente nos comenzamos a hablar cuando él me pidió que hiciera un concierto sustituyéndolo en un evento muy importante de Cuba en el 2000”.

Ese evento fue un concierto con la Orquesta Sinfónica de Camagüey, realizado en Cuba. El director el italiano, Valter Sivilott, le pidió a Silvio que hiciera la clausura del concierto. Este director había preparado siete canciones de la autoría de Silvio con sus músicos.

Sin embargo, Silvio no pudo acudir al concierto y llamó a Manuel para llevarlo a cabo. No sería la primera ni la última vez que esto sucedería.

Durante ambos conciertos, Arguin ofreció un repertorio que combinó las obras más destacadas de Silvio Rodríguez, como “Unicornio”, “Te doy una canción”, “Oh, melancolía”, y “Venga la esperanza” -título que inspiró este concierto homenaje-.

Argudín compartió que a él y a Silvio no sólo los une la música o el ser trovadores. En realidad, dijo, tienen una comunicación muy natural. Describió a Silvio como un hombre metódico y uno de los más importantes cantautores de América Latina.

En entrevista, se le cuestionó sobre si existe alguna canción que le guste más que otra. Con su peculiar tono de voz y personalidad espontánea: “He cantado muchas, la mayoría me gustan y puedo tocarlas. Sin embargo, la más difícil, la que no puedo interpretar es ‘Derecho humano’. Es una canción muy personal de Silvio, sobre todo cuando la letra dice: ‘pido que no me miren bien, pido que no me miren mal; yo pido, pues, que no me admiren, yo pido, pues, que no me sigan, que sólo estoy cantando un poco por cantar…”

En ambas presentaciones, se le entregó un agradecimiento, el primero de ellos de mano de Nohema Larios, directora del CUBAM, “por regalarnos este concierto maravilloso que el público ha disfrutado tanto”.

La presentación en el foro “Pablo Silva” estuvo a cargo de Nancy Molina, quien, con gran sensibilidad, introdujo la figura de Silvio Rodríguez a través de un emotivo recorrido por fragmentos de sus canciones, enlazando cada tema con reflexiones sobre la esperanza y la poesía en la vida cotidiana. Posteriormente, dio paso al trovador habanero Manuel Argudín, destacando su trayectoria como heredero de la tradición más entrañable de la Nueva Trova Cubana.

Ambas presentaciones significaron una oportunidad cultural para hacer un recorrido por el legado de la trova cubana en un ambiente universitario, donde existió un diálogo entre la música, las generaciones y las geografías.