Recuento

El pez sin el agua
Por: Rubén PÉREZ ANGUIANO*

Las cosas no se ven bien. La presidenta cometió un error, más grave cuando sabe que sus palabras generan un efecto político y que todo lo que dice está expuesto a la grabación. Al ser cuestionada por las acciones y omisiones de un alcalde de Hidalgo, que no pertenece a su partido, dijo: “pero ustedes también, para la próxima cuando voten…”

Las palabras pueden ser resaltadas con facilidad por su llamado a no hacer uso político de las tragedias y por una imagen: en sus recorridos de supervisión aparece con una prenda llamativa con el color de su partido.

Digo, son demasiadas coincidencias.

Por mi parte creo que la presidenta tiene razón en algo: para la próxima deberemos reflexionar muy bien por quien votar. Parece algo sin mayores consecuencias, pero tener gobernantes incapaces en cualquier nivel puede ser algo suicida en ciertos momentos.

Un ejemplo a la vista es el de la gobernadora de Veracruz, que parece un catálogo vivo de todo lo que no debe hacerse, ni en condiciones normales ni en condiciones de emergencia.

Otro caso por allí, poco comentado hasta la fecha, es el de la gobernadora de Campeche, que hace gala del uso de instrumentos represivos contra la libertad de expresión. También llama la atención su uso político del concepto de “utilidad pública”, que en su estilo se convierte en un instrumento para el castigo político y la venganza, algo muy delicado y con efectos inadvertidos hacia el futuro.

Los yerros de los últimos días dan para mucho más. Allí está el caso del que fuera el director del fondo destinado a desastres, duramente señalado como un sinónimo de la corrupción por la presidenta Sheinbaum. Se olvidó que el citado funcionario representó a Morena en las elecciones y fue impulsado por la propia Sheinbaum en su papel de candidata, así como por el dirigente de su partido.

Lo de menos es negarlo. Allí están los testimonios audiovisuales.

Es justo recordar algo más: las reformas dedicadas al amparo. Se propagan en estos días las maromas retóricas intentando justificar lo injustificable. Lo cierto es que se debilitó un mecanismo de defensa del individuo frente al poder. Lo demás lo dirá la historia.

Y a todo esto, los colimenses deberíamos reflexionar sobre los desastres naturales, considerando que somos una entidad expuesta a todas las variantes de dichos desastres.

Ya deberíamos contar con un fondo propio para hacer frente a crisis como la que enfrentan los habitantes de Veracruz, Querétaro e Hidalgo.

No podemos permanecer en la indefensión.

Los recuentos son, en suma, oportunidades para la reflexión.

 

*Rubén Pérez Anguiano, colimense de 57 años, fue secretario de Cultura, Desarrollo Social y General de Gobierno en cuatro administraciones estatales. Ganó certámenes nacionales de oratoria, artículo de fondo y ensayo. Fue Mención Honorífica del Premio Nacional de la Juventud en 1987. Tiene publicaciones antológicas de literatura policíaca y letras colimenses, así como un libro de aforismos.