¿QUÉ VIENE?
Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
La semana pasada escribí sobre las prisas electorales que estamos padeciendo más que viviendo, y en esta línea comienza a percibirse lo que seguramente se convertirá en una avalancha de encuestas.
Gráficos y porcentajes que danzan como hiphoperos, de un lado al otro, intentando mostrar percepciones cuya intención es moldear intenciones.
Un juego clásico.
El aspecto de seriedad de cada casa encuestadora viene de un prestigio ganado en el tiempo, además de una metodología comprobada y de una clara identificación de los fondos que financian estos trabajos.
Partiendo de lo anterior quiero comentar que en estos días me topé en redes con un estudio demoscópico que pareciera mandado hacer para destacar las posibilidades de Leoncio Morán para contender por la gubernatura del estado por la opción guinda.
La pregunta reza “¿Quién te gustaría que fuera el candidato(a) de Morena para Gobernador(a) del Estado de Colima?”, resultando que Locho, hasta ese momento, es el favorito. Curioso.
La lámina revisada no muestra ningún parámetro metodológico, pero cabría suponer al menos que se aplicó a posibles electotres del 2027, dispersos por todos los municipios del estado. No puedo cuestionar la técnica, pues como ya dije, la desconozco, pero me cuesta trabajo creerle.
Este resultado querría decir, especulando, que el ejercicio del poder en el municipio de Manzanillo tiene menos dividendos políticos que una diputación federal; implicaría que la simpatía y cercanía con la gobernadora pesa menos que el chapulineo. También significaría que a una buena parte de los militantes de Morena encuestados no les importa en lo más mínimo el arraigo partidista y el trabajo al interior de esta institución, puede llegar cualquier arribista a ocupar las posiciones de mayor jerarquía en detrimento de otros con mejores méritos. O bien, simple y sencillamente, es un trabajo hecho a la medida.
Independientemente de ello, estoy seguro que será interesantísimo ir atestiguando el desarrollo de estas candidaturas, pues buena se va a poner la REBATINGA.
MICROCUENTO
A pesar de que he tomado variados riesgos y tengo muchas cicatrices que me lo recuerdan, no lo vi venir. Tres semanas, casi cuatro, y sigue doliendo. Es la típica situación donde el dolor físico compite con el emocional. Mi orgullo está herido. Vulnerable, así me siento. Un tropiezo fue suficiente. Ridículo resbalón que hace que me siga punzando y haga que resuene en mi cabeza el socorrido “me chingué la rodilla”.