Días de ruido

PERMANECER 
Po: Ivonne BARAJAS 

El estéreo se desprogramó. Lo que pudo ser un ratito o uno o dos días sin música, la desidia convirtió en seis semanas de conducir en silencio.
Los primeros días transcurrieron de normal a bien –puedo sobrevivir, no está mal este voto de silencio…– pero luego comencé a sentir como afrenta personal cada sonido que se presentaba; percibí con precisión la desafinada melodía del auto: el chirriar de frenos, los quejidos del motor, los ruidos de los neumáticos; supe cómo sonaban todas esas partes mayúsculas y minúsculas del auto cuyos nombres desconozco y así seguirá siendo porque le pongo voluntad a la ignorancia. Prosigue el caos: la caída a un bache, el ruidito insidioso de la direccional, el rechinar del parabrisas intentando limpiar la lluvia, truc, clash, plaf, piiii, ñiac. Estaba harta. Pero no me daba cuenta. Seguí conduciendo en falso silencio, y cada día se iban incrementando nerviosismo, neurosis, tristeza e irritabilidad; todo en todas partes al mismo tiempo como título de película. Un buen día, metida de lleno en ese raro estado me di cuenta: era eso. Me estaba desquiciando no disponer del estéreo, no acceder a mi medicación diaria de música, no desgañitarme cantando una rolita o descubrir, azarosamente, en la radio– como me sucedió hace añales con Drexler (Camino por Madrid en tu compañía, mi mano en tu cintura copiando a tu mano en la cintura mía…) — artistas que me emocionan; necesitaba reconstruir ese momento de gozo. Sencillo, si quieren, y fugaz; pero para mí vital.

Con una firmeza poco habitual para mi temperamento decidí que eso se resolvía ya. Decidí también que lo resolvía sola. Aunque era una tarea modesta tienen que saber que soy especialista en problematizar las tareas sencillas, hacer que se sientan tan agobiantes como escribir una tesis doctoral o resolver un algoritmo matemático, aunque nunca he hecho ni lo uno ni lo otro. Entré a la tarea con candor. Primer paso: búsqueda de tutoriales de youtube. Segundo paso: investigar todo de mi auto, desde al año al modelo y etcéteras. Tercer paso: localizar el manual y las contraseñas que se me iban a solicitar. Cuarto paso: Tomar apuntes y organizar toda la información antes de lanzarme a la tarea. Quinto paso: Ejecutar la tarea. Cuando el estéreo estaba rehabilitado y comenzaron a escucharse los Grandes Clásicos de Universo FM, yo ya me estaba alzando en hombros, vitoreándome y cantando para mímisma el himno de los triunfadores.

*

He aquí la trama y el desenlace. Como canción de Drexler.