Hacer más con la misma gente: Maneras de gestionar el tiempo de un equipo de trabajo

¿Es posible controlar el tiempo de un equipo de trabajo sin convertirse en “el ogro del reloj”? Si la puntualidad se convierte en problema, es hora de contar con una contabilidad que permita ver las entradas, salidas y ausencias del personal.

Poniendo en marcha un sistema que permita identificar las llegadas tarde (esporádicas o crónicas) y las ausencias se pueden revelar patrones de conducta que de otra manera pasarían desapercibidos.

Una lista de asistencia laboral para imprimir como la que ofrece Factorial para descargar desde su web es una herramienta que puede ayudar a empresas pequeñas y medianas a ver con mayor facilidad esos patrones. 

A continuación daremos tres consejos y una advertencia sobre la desmotivación laboral y cómo se relaciona ésta con los datos de asistencia.

Señales de desmotivación en los equipos

Si hay una gran bandera roja en el ámbito laboral esa es la desmotivación y lo peor de todo el asunto es que se contagia como un virus en los equipos. 

En la post pandemia se habló de “la gran renuncia” para ponerle nombre a un fenómeno claro, el de cientos de miles de empleados que dejaban sus puestos laborales en busca de mejores condiciones, mayor conciliación o trabajo remoto para poder mudarse al lugar del mundo que ellos quisieran. 

En 2025, la fiebre por el cambio ya pasó y muchos se han resignado a conformarse con el trabajo que tienen, aún desmotivados. Esto se calificó de “renuncia silenciosa” y el fenómeno describe a aquellos que sí van a sus trabajos pero no ponen el 100% de sí en la tarea.

Uno de los sensores para detectar la desmotivación son las llegadas tarde, los incumplimientos y las ausencias elevadas. Una lista de asistencia laboral sistematizada puede ser una herramienta para tener indicadores claros y poner blanco sobre negro en el asunto.

Tres consejos para motivar a un equipo más allá de la arenga

Es muy fácil repetir frases motivadoras, de las que se imprimen en tazas y playeras, en una reunión de trabajo y esperar a que los problemas se solucionen solos. Sin embargo, la motivación es una rara avis, difícil de domar.

Para motivar a un equipo en serio hay tres cuestiones que pueden marcar la diferencia entre una empresa que va hacia adelante y otra que camina hacia atrás.

Establecer un sistema de selección de personal eficiente

No se trata solamente de encontrar el talento, sino que éste también se adapte a las necesidades del equipo. Tener a las personas correctas hace más por la motivación que cualquier plato de frutas gratis o descuento del gimnasio.

Como dicen, una manzana podrida puede cargarse al resto del cajón. Un empleado que vive de la queja constante, del conflicto y que alimenta las diferencias entre los demás miembros del equipo puede minar la motivación del resto.

Pero encontrar a las personas correctas es solamente el primer paso. La capacitación, el salario emocional y las reuniones periódicas para revisar objetivos (de carrera o empresariales) son otros de los cortafuegos que permiten la renuncia del talento y la alta rotación.

En México hay sectores especialmente vulnerables a la rotación, como es el de IT y software, donde se puede producir con hasta un 35% de la plantilla. Ya que reemplazar a un perfil calificado puede costar hasta un 200% de su salario anual, este objetivo puede tener un peso importante en los gastos de la empresa.

Resolver los conflictos cuando se producen

¿Este mes hubo un empleado que faltó sin justificación varias veces? No esperes a mañana para tener una reunión sobre el tema. Todos necesitamos que nos avisen cuando estamos cometiendo un error o una falta, pero ese aviso tiene que hacerse de forma apropiada.

Encuentra un momento del día y un lugar donde la conversación pueda producirse de forma pausada y, sobre todo, privada. Que ambos estén seguros de que no hay terceros escuchando.

Escuchar antes de juzgar y tener un acercamiento desde la curiosidad, más que desde la acusación puede marcar una diferencia grande. Tal vez hay razones personales detrás de esas ausencias que merecen ser comprendidas.

Un diálogo empático, directo y enfocado en la mejora genera más compromiso que un llamado de atención impulsivo. Además, dejar constancia escrita de la conversación ayuda a mantener la claridad y evita malentendidos futuros. 

Registrar es cuidar

Aunque podría pensarse lo contrario, mejorar el control no significa ejercer una vigilancia abusiva, mirando con lupa el desempeño o las llegadas tarde. 

Contar con datos permite tener unos parámetros confiables que permitan detectar a tiempo si un empleado está atravesando un mal momento. 

Por ejemplo, las llegadas tarde, las ausencias recurrentes o los patrones de baja productividad son señales que pueden detectar a tiempo señales de que se aproxima una renuncia silenciosa.

Además, es una forma de hacer justicia y llamar la atención de forma adecuada (de la forma en que se relató en los párrafos anteriores) a quienes no están a tono con el ritmo del equipo. Felicitar al que hace bien y corregir al que hace mal fomenta una cultura del esfuerzo.