OBSCENIDAD

¿QUÉ VIENE?
SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

Amor mío, celebro tu cumpleaños, en la felicidad de estar junto a ti, dando gracias a Dios por tu vida y por tenerte en mi corazón. Te amo.

Imposible dejar pasar la serie de noticias que se han referido a los gastos honerosos de distinguidos integrantes del movimiento que pretende la regeneración nacional.

Se han intentado defender con un argumento tan fofo como malvavisco en chocolate caliente. Ni bien lo sueltan ya se va derritiendo.

Es insostenible alegar años de trabajo y acumulación de capital (Haces); haber utilizado recursos propios, pues las cuentas no cuadran (Delgado, Noroña, Monreal); decir necesitar un justo descanso por el extenuante trabajo realizado, aunque los resultados reportados sean indetectables (López Beltrán).

Ya abundar en cambios de nacionalidad para sentirse imperialista, junto a un estreno de residencia digno de nobleza (Gutiérrez), es redundante.
El monolito kubrickiano que aparentaba Morena, muestra hoy dos grietas que fracturan sus cimientos: incongruencia y delito.

Nada de eso de vivir con 200 pesos en la cartera, nada de que la corrupción y los vínculos con el crimen están ausentes de este grupúsculo.

Sin hablar de oposición, la sociedad en su conjunto, creyentes y no seguidores,  no debemos dejar de cuestionar, no debemos permitir que se olvide esta gran incongruencia de discurso y vida, pues reflejan indudablemente su ejercicio del poder.

La alegata aquella de «no somos iguales», la rebasan por la izquierda, sin direccional encendida y a gran velocidad,  por el acotamiento de «son peores».
Atestiguando y dándonos cuenta, lo que sigue es hacer frente común ante tanta OBSCENIDAD.

MICROCUENTO
Un rincón mágico, místico. Pátzcuaro es el marco perfecto. Entre aroma a café, cardamomo y ajonjolí, beber esa infusión flameada y especiada enamora. Conozcan Casa Musi.