Infraestructuras inteligentes para completar la revolución

Infraestructuras. Ese es el cambio que está por llevar para completar la revolución del transporte terrestre que comenzó en las flotas cuando apostaron por la digitalización de sus vehículos para mejorar la conectividad con las centrales y la recogida de datos.

En un contexto en el que el internet de las cosas se ha impuesto, conseguir recopilar datos dentro de las cabinas se ha hecho vital para poder optimizar y mejorar las rutas, ahorrar en combustible y, sobre todo, ofrecer más garantías y seguridad a los conductores.

¿Cuáles han sido estos pasos hacia delante del sector del transporte por tierra?

Más allá de la monitorización vía gps de los camiones y vehículos de la flota, que ha permitido dar asistencia en caso de averías, indisposiciones o incluso para cambiar de ruta cuando en las carreteras había más tráfico del habitual, retenciones o incluso accidentes, ha servido para poder dar seguimiento a la velocidad del vehículo y comprender cómo mejorar la conducción.

“Formar a los conductores gracias a los datos que han surgido al recopilar la velocidad, frenadas o incluso descansos en la ruta ha sido clave para mejorar su capacidad de responder y mejorar sus condiciones y tiempos. Se acabó eso de tener que acelerar para cumplir los tiempos de la ruta, ahora se ve cuáles son las condiciones reales, cuál el tiempo que tienen que destinar a descanso y cuál el tiempo real para planificar los cambios de conductor” explican desde Samsara, especialistas en este tipo de soluciones tecnológicas que tienen en esta web todo un catálogo de soluciones para adaptarse a cualquier compañía.

A esta solución se unieron también una serie de adelantos como las dash cams, que permiten en la nube almacenar imágenes que, gracias a la inteligencia artificial, se comienzan a grabar en el momento en el que los sensores detectan algo inusual tanto en la carretera como en el interior del vehículo – incluyendo distracciones del conductor -.

Pero, sin duda, la gran revolución debe llegar de la mano de los Ministerios y Gobiernos que deben apostar por incluir en sus actuaciones el dar un paso tecnológico también en la infraestructura pública.

En el caso de las carreteras, las que son llamadas inteligentes serán el primer paso para conseguir que los vehículos, con tecnología de vanguardia a día de hoy, se puedan conectar a una plataforma en la que automáticamente la carretera les alertaría de accidentes, retenciones, situaciones meteorológicas adversas o que, incluso, en el trayecto, les permitiría ir cargando su batería en el caso de modelos híbridos o eléctricos.

Será gracias a este tipo de soluciones cómo se garantizará también el correcto mantenimiento de las vías, avisando en caso de roturas, de vehículos averiados esperando ser asistidos o incluso gestionando el tráfico gracias al big data que será capaz de interpretar en tiempo real.

Todo esto será posible, principalmente, gracias al 5G, una red capaz de dar la velocidad, cobertura y capacidad necesaria para, en un entorno seguro, poder conectar a la misma red a los vehículos para darles la cobertura informativa de valor necesaria.