Hace unos días, la Universidad de Colima capacitó a parte de su personal en el tema de derechos humanos con la charla “El uso y práctica del lenguaje incluyente”, impartida por César Flores Mancilla, director general de Quejas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).
En la bienvenida, Carlos Ramírez Vuelvas, coordinador general de Extensión, dijo que esta actividad era muy pertinente en los tiempos actuales, por lo que agradeció la iniciativa de la Dirección General de Difusión Cultural, “ya que estoy convencido de que los cambios estructurales en el comportamiento humano tendrían que partir de los cambios culturales”.
Recordó que estos temas son esenciales para la administración rectoral actual y al ponente lo felicitó por su trabajo y le agradeció “por generar insumos para que las instituciones logren un mejor diálogo con su entorno; ojalá que esta colaboración institucional sea una ventana de comunicación que nos permita realizar más actividades a favor de la cultura local”.
En su exposición, César Flores inició hablando sobre la evolución histórica de los derechos humanos y su impacto alrededor del mundo y señaló que es preocupante cuando importa más el uso de las palabras que el respeto a los derechos de otras personas; “el uso del lenguaje incluyente no es un tema de el árbol, la árbola o el árbole, porque ejemplos puede haber muchísimos y no es necesario incorporar en todas las palabras los géneros masculinos, femeninos o neutrales. No es así. Eso se aplica exclusivamente a las personas.”
Agregó que “el lenguaje incluyente no es un tema de gramática sino de respeto por la dignidad de las personas, de reconocimiento de sus derechos y de visibilidad de nuevas identidades”.
A continuación, expuso diversos ejemplos, desde el convencionalismo social de preguntarle a las personas cómo le gusta que los demás se refieran a ellas: de tú o usted, con diminutivos, apodos, etc., hasta la necesidad de reformar nuestra Constitución para otorgarle el derecho al voto a la mujer en México en 1953l haciendo referencia expresa a que por “ciudadanos” se comprendía antes a “mujeres y hombres”.
También ofreció ejemplos sobre el uso del lenguaje incluyente para referirse a personas de grupos históricamente discriminados o en situación de vulnerabilidad, como quienes integran la comunidad LGBT+ (particularmente personas de identidad y expresión de género no binaria, fluida o trans), personas mayores, con discapacidad, pertenecientes a pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes, principalmente.
César Flores es licenciado en Derecho por la UNAM, licenciado en Economía por la Universidad Autónoma Metropolitana, maestro en administración y políticas públicas del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE), y maestro en derecho, economía y políticas públicas por el Instituto Ortega y Gasset de la Universidad Complutense de Madrid.
Académicamente se ha desempeñado como investigador externo en la División de Administración Pública del CIDE y como profesor de asignatura en la Especialidad en Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Al curso asistieron artistas, directivos de agrupaciones y responsables de áreas de Difusión Cultural.