Estado de México.- Entre las montañas y espectaculares peñas y cascadas, el sol baña de luz dorada sus calles empedradas, ilumina sus callejones y refleja su luz en las blancas paredes de todo el pueblo. Así comienza el día en el histórico Aculco donde no solo podrás conocer una de las etnias de México: a los Otomíes, sino también admirar su arquitectura y emprender una aventura en sus atracciones naturales.

Aculco conserva los rasgos de su arquitectura tradicional llena de callejones y casas de amplios patios y corredores, construcciones sostenidas por columnas de cantera y adoquín. Es un lugar que combina la maravilla natural con un Santuario nautal con una caída de 15 metros que humedecen enormes columnas basálticas con la magnífica arquitectura tradicional.

Vive una experiencia única en los Pueblos Mágicos de México.

Aculco, Pueblo Mágico es un pequeño pueblo favorecido con inmensas bellezas naturales, pero también es poseedor también de una gran historia. Un pueblo de influencia otomí que tiene mucho que contar.

Cuando llegues al centro de Aculco te sentirás sorprendido por su belleza y su pintoresco encanto. Camina por las calles adoquinadas y por las construcciones sostenidas por columnas de cantera que te transportan a otro tiempo. Visita el jardín central y camina por sus callejones.

Conoce el Convento de san Jerónimo y sorpréndete con su extraordinaria arquitectura y los hermosos lienzos de la época novohispana que decoran la sacristía. En el patio central admírate con su reloj montado sobre una torre de cantera, testigo de la historia de este pueblo desde hace más de 200 años.

La gastronomía de Aculco es otro de los tesoros que vale la pena disfrutar. Ve al mercado del pueblo para comerte un plato de mole poblano o una barbacoa.

Compra el tradicional pan artesanal. Mira de cerca el proceso con el que se preparan los quesos, el gran tesoro de Aculco. Prueba el queso oaxaca y el queso manchego con sus combinaciones de ajo y especias, la mantequilla y los dulces de leche también son un capricho obligado que debes cumplirte.

La cascada Tixhiñu en Aculco es una de las favoritas para realizar deportes extremos como el rapel y la escalada; sus fisuras y sus grietas son una invitación a soltar la adrenalina.

En cuanto llegues al parque recreativo podrás ver la imponente caída de agua clara desde cualquier punto. Pide ayuda a la gente del lugar para guiarte hasta la parte más baja.

Prepárate para un descenso de más de veinticinco metros en el que tendrás que avanzar por la maleza, sortear las enormes piedras y quitarte los zapatos para cruzar un río caudaloso. Después de una caminata larga sabrás que todo valió la pena: la cascada Tixhiñu se muestra con su imponente belleza. No te resistas y sumérgete en el agua fría para aliviar el cansancio. Quédate a acampar y descubre porque la luna de Aculco brilla como ninguna.

Sigue la señalización que te indica la vereda, disfruta las subidas y bajadas en un sinuoso sendero apto solo para espíritus valientes. En el camino encontrarás a los niños y mujeres otomíes recogiendo la leña vestidos con sus coloridas ropas; será una foto digna de una postal. Llega a la zona de escalada, coloca tu cuerda y mosquetón y prepárate para un ascenso rudo. Lucha con manos, dedos y pies hasta vencer a la gravedad. Vive la experiencia de la conquista y disfruta del regalo que te ofrece el paisaje que se despliega bajo tus pies.

Aculco pertenece a la regióon de Jilotepec, en la parte noroccidental del Estado de México, en los límites con el estado de Querétaro.

Dede la Ciudad de México toma Periférico norte y continúa por la autopista 57 México – Querétaro. En el kilómetro 115 toma la desviación a El Rosal y Arroyo Zarco. Aculco se encuentra a 15 kilómetros de la autopista.

Atractivos turísticos

Parroquia de San Jerónimo: Exconvento del siglo XVI, sus atractivos principales son un vistoso reloj de sol y una pintura de Miguel Cabrera, uno de los artistas más cotizados de la época virreinal, “La Ultima Cena”.

Balneario Municipal: Ideal para practicar natación o simplemente refrescarse; durante los periodos vacacionales se engalana con puestos de comida típica, artesanías y espectáculos musicales que complementan la diversión.

Cerro de Ñadó: Espectacular peña con una altura de 3,300 metros, todo un reto para la práctica de montañismo y alpinismo.

Presa Ñadó: Sitio idóneo para practicar actividades como la pesca deportiva, el campismo, los paseos a caballo y día de campo.

Cascadas de La Concepción: Ofrecen a la vista soberbias formaciones rocosas y columnas de basalto. En verano, el caudal hace de esta caída algo realmente impresionante, llega a alcanzar más de 25 metros de altura. Lugar perfecto para practicar rappel y campismo.

El salto de Tixhiñú: El agua cae desde 15 metros de altura, el entorno está rodeado de árboles y arroyuelos. No hay servicios.

Otros atractivos: Santuario del Señor de Nenthé​ y los dos acueductos mejor conocidos como los Arcos.

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