5 cosas que no sabías sobre el Viernes Santo

El Viernes Santo no siempre se celebró en viernes: En los primeros siglos del cristianismo, el Viernes Santo se celebraba el 14 de Nisán en el calendario judío, que podía caer en diferentes días de la semana. Sin embargo, en el siglo IV, la Iglesia decidió fijar la fecha del Viernes Santo en el primer viernes después de la primera luna llena de primavera.

El Viernes Santo es el único día en que no se celebra la Eucaristía: Durante el servicio del Viernes Santo, no se celebra la misa, ya que se considera un día de luto y de recogimiento en el que se medita sobre la muerte de Jesucristo. En cambio, se realiza un servicio de adoración y se recita la Pasión de Cristo.

La corona de espinas de Jesús se encuentra en la Catedral de Notre Dame de París: La corona de espinas que se dice que fue colocada sobre la cabeza de Jesús antes de su crucifixión es una de las reliquias más veneradas en el cristianismo. Se encuentra en la Catedral de Notre Dame de París y se muestra al público en ocasiones especiales.

El Viernes Santo es un día de ayuno y abstinencia: En la Iglesia Católica, el Viernes Santo es un día de ayuno y abstinencia, lo que significa que los fieles solo pueden hacer una comida principal y dos pequeñas, y no pueden comer carne. Sin embargo, se permite el pescado y otros alimentos.

El Viernes Santo se celebra en todo el mundo, pero de diferentes maneras: Aunque el Viernes Santo es una festividad cristiana universal, su celebración varía de un país a otro. En algunos lugares, se realizan procesiones y representaciones teatrales de la Pasión de Cristo, mientras que en otros, la observancia es más introspectiva y espiritual.