39 años de que Griselda Álvarez fue investida como primera gobernadora del país

Colima.- Este jueves primero de noviembre se cumplen 39 años de que Griselda Álvarez Ponce de León rindió protesta como gobernadora de Colima, convirtiéndose en la primer mujer en llevar las riendas de un Estado en el país.


Fue un hecho histórico que hasta el Presidente de la República, José López Portillo estuvo presente en el Auditorio de la Unidad deportiva “Morelos” para que a las 10:57 horas del jueves primero de noviembre de 1979, Griselda Álvarez rindiera protesta.

Ese día se dio cita la plana mayor de la política nacional, entre ellos el Secretario de Gobernación, Enrique Olivares Santana; el líder nacional de la CTM, Fidel Velázquez; el dirigente nacional del PRI, Gustavo Carvajal Moreno; así como el presidente del Partido Popular Socialista, Jorge Cruickshank García, diversos gobernadores y funcionarios de la administración federal.

Ese mismo día, la gobernadora le entregó al Presidente de la República el Plan Estatal de Desarrollo.

Los principales colaboradores de la gobernadora, fueron:

Carlos de la Madrid Virgen, secretario General de Gobierno
Ramón Pérez Díaz, procurador del Estado
Guillermo Saucedo de la Torre, tesorero general
Rogelio Rueda Preciado, oficial mayor
Javier Gutiérrez Fuentes, director de tránsito
Servando Sánchez Gómez, director de difusión, prensa y relaciones públicas
César Castañeda Rivas, presidente del Supremo Tribunal de Justicia
Ángel Reyes Navarro, secretario particular
Benjamín Fuentes González, secretario de Educación
Miguel Angel Novela Villalobos, director del registro público de la propiedad
Dámaso Mendoza López, director de audiencias
Jesús Orozco Alfaro, director de Procodecol
Eloy Fernando Vázquez Amador
Jesús Fernando Olea Moreno
Manuel Tejeda Ruelas
Leonel Sandoval

Con 72mil 791 votos, Griselda Álvarez triunfó en la jornada electoral del primero de julio de 1979, la abanderada por el PRI y PPS se impuso a Gabriel Salgado Aguilar, candidato del PAN que obtuvo 15 mil 751 sufragios.

Griselda Álvarez Ponce de León, nació el 5 de abril de 1913 en Guadalajara, Jalisco. Fue bisnieta de Manuel Álvarez Zamora (ilustre mexicano, diputado en el Congreso Constituyente de 1857 y primer Gobernador de Colima), e hija de Miguel Álvarez García (gobernador de Colima de 1919 a 1923) y María Dolores Ponce de León.

Realizó sus estudios en la Escuela Normal de Maestros y se licenció en Letras Españolas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En 1977 inició su carrera política al ser electa senadora por el estado de Jalisco para el periodo de 1977 a 1979.

En ese último año —según refiere Patricia Galeana en un artículo del Archivo Histórico de la Nación—, le comunicó al entonces presidente José López Portillo su intención de contender por la gubernatura de Colima y él le respondió: “Consúltelo con el pueblo”. Ante ello, le respondió con gallardía, defendiendo su determinación: “La consulta está hecha y el pueblo está de acuerdo”.

La congresista ganó la gubernatura, convirtiéndose en la primera mujer en la historia de México que alcanzó tal responsabilidad y distinción.

Este cargo lo ejerció bajo el lema: Educar para progresar. En ese sentido, realizó una carrera vertical y fructífera en diversos campos de la administración pública: educadora, funcionaria pública, luchadora por los derechos de las mujeres, senadora y primera mujer gobernadora de México.

Gracias a su buen desempeño, ejemplo de integridad, trabajo y capacidad de dirección —como destaca Patricia Galeana—, Griselda Álvarez forjó el camino “para que las mujeres mexicanas se incorporaran a la toma de decisiones en nuestro país”.

Marcó un antes y un después en la política mexicana al romper el monopolio del poder masculino y demostrar que la mujer posee iguales capacidades para contribuir al desarrollo de su patria.

Concluida su administración, fue nombrada directora del Museo Nacional de Arte.
Griselda fue una feminista militante hasta su muerte, ocurrida el 26 de marzo de 2009.

Creó el Centro de Atención a la Mujer, A. C., fundó la Alianza de Mujeres de México y la Asociación Mexicana de Bienestar Social, además de ser Presidenta Honoraria Vitalicia de la Federación de Mujeres Universitarias, A. C. (FEMU).

Entre los muchos reconocimientos que recibió destacan la Medalla Belisario Domínguez, máxima presea que otorga el Senado de la República a hombres y mujeres que se hayan distinguido por su obra política, social y cultural; y la Medalla Rey de Colimán que le concedió el Congreso del Estado de Colima en 2013, como reconocimiento póstumo en el marco del centenario de su natalicio.

Asimismo, dictó conferencias en países como Argentina, Panamá, Perú y Francia, abordando temas feministas y poesía mexicana. Fue miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y del Fondo Estatal para la Cultura y Las Artes en Colima; e integrante del Patronato del Archivo Histórico del Municipio de Colima.

Como periodista colaboró en diversos periódicos, entre ellos: Excélsior, Novedades y Ovaciones; y en la revista Siempre.

Publicó 18 libros de las más diversas temáticas. Entre ellos Cementerio de pájaros, Desierta compañía, Letanía erótica para la paz, con traducciones al ruso, checo, hindú, inglés, portugués y francés; La sombra niña, Anatomía superficial,

Algunas mujeres en la historia de México, Glosa de la Constitución en sonetos, obra calificada como única, ya que en ningún otro país del mundo existe algo similar, pues rompió el paradigma de la incompatibilidad entre la imaginación poética y la rigurosidad parlamentaria.

La obra de Griselda Álvarez —destaca el investigador Sergio García Ramírez—, “reconstruye la Constitución en poemas; glosas. He ahí un ensayo laborioso para que la Constitución se lea con otro sabor en la boca, en fáciles obleas, sabrosas, persuasivas. La Constitución es nuestro cimiento y, como tal, escrito sobre la piedra, con caracteres profundos y grandiosos, que a veces cubre la arena del desierto advenedizo. Es difícil que mane el agua de esa piedra, tomada de una cantera poderosa y provista para otros menesteres. Pero puede salirle rocío, si una mano diestra y suave lo reclama: es la mano de Griselda, que saca agua de la piedra”.

Con información de agencias.

Fotos: Archivo Histórico de la Nación