Colima.- El director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo Aburto, señaló que el 2020 ha sido el año más difícil que ha enfrentado el organismo que encabeza, por lo que ha representado la pandemia en el ámbito de la salud, ya que puso a prueba no solo a las instituciones del país sino a las de todo el mundo.

En gira de trabajo por Colima, el funcionario federal señaló que se ha trabajado bajo la premisa de no rechazar a pacientes, ni de COVID-19 ni de otros padecimientos, reconociendo la coordinación que se logró con el gobierno estatal de José Ignacio Peralta Sánchez, así como la aportación que colimenses hicieron al responder en estrategias como la Operación Chapultepec, en la que participó personal del IMSS de esta entidad, atendiendo a pacientes de lugares con mayor demanda como la Ciudad de México.

Al acudir al primer informe de actividades de Edgar Javán Vargas Salazar, director del IMSS en Colima, Zoé Robledo Aburto refirió que en el 2020 se invirtieron 29 mil millones de pesos para atender el COVID-19, esta cantidad implicó la habilitación de 15 hospitales temporales en todo el país, adaptación del Autódromo con 400 camas, atención a 50 mil personas (derechohabientes y no derechohabientes), compra de pruebas y equipo de protección.

Además se realizaron nuevas contrataciones, el bono COVID-19 implicó 4 mil millones de pesos, se compraron medicamentos, equipo e infraestructura.

Estos recursos se derivaron de reasignaciones del presupuesto, ya que la pandemia detuvo muchos servicios.

Consideró que lo que sigue es trabajar bajo la nueva normalidad, reforzando las cosas que durante este tiempo se implementaron y funcionan como la receta resurtible, o la entrega de medicamentos a domicilio, las teleconsultas; además se deben reanudar los tratamientos de otras patologías, programar más cirugías los fines de semana, además de invertir en la conservación y mantenimiento.

Respecto a los trabajos en el Hospital de Manzanillo que se encuentra abandonado desde hace más de 25 años, el funcionario federal refirió que se llevan a cabo los procesos necesarios para su demolición y luego iniciar con un hospital temático, de gineco-obstetricia ya que es uno de los servicios más importantes en el IMSS.

Al ser cuestionado sobre el medicamento, con la leyenda Sector Salud, que un particular compró y dono a la delegación del IMSS, Robledo Aburto señaló que se demostró con factura la compra de este fármaco que se utiliza en urgencias y en unidades de cuidados intensivos. Enfatizó que no era un medicamento del Sector Salud, que fue una adquisición de una persona facultada por la norma que establece esta posibilidad.

Al hacer uso de la voz, José Ignacio Peralta Sánchez, Gobernador de Colima, señaló que la pandemia puso a prueba los sectores de salud de todo el mundo, y que en Colima se atendió con seriedad, diligencia y responsabilidad, con medidas establecidas a partir del 17 de marzo, las cuales se siguen aplicando.

Consideró que ha sido un desafío y ha implicado cambios, destacando que la crisis sanitaria ha llevado a posponer y cancelar eventos y tradiciones, ya que salvaguardar la salud y la vida de la población es lo mas importante.

Se trabajó en la contención y reconversión hospitalaria, mencionó Peralta Sánchez a la vez que refirió la instalación de 15 filtros en donde se revisó a 3.1 millones de personas; la reconversión en unidades técnicas con el IMSS, ISSSTE, Fuerzas Armadas y sector privado.

La inversión en este tema fue de más de 130 millones de pesos, distribuidos en aparatos y equipo de protección.

El mandatario estatal también refirió que la coordinación evitó el colapso de las instituciones de salud y refrendó el compromiso del estado para trabajar coordinadamente.

«Hoy estamos en semáforo amarillo y queremos transitar al verde, lo que implica corresponsabilidad y respeto a los que trabajan en el sector salud. En colima se está actuando con responsabilidad».

Informe de la dirección Colima

En su primer informe de actividades, Edgar Javán Vargas Salazar, director del IMSS en Colima, señaló que durante la pandemia se trabajó para dar la mejor atención a la gente, escuchándola y realizando las adecuaciones necesarias para subsanar algunas deficiencias.

Desató la redistribuición de medicamentos, las recetas resurtidas, y el apoyo a los pacientes para comunicarse con sus familiares, cuando estaban incomunicados en áreas COVID-19.

Dijo que está pendiente de resolver el parque vehicular de ambulancias y una bodega para el archivo.

«Un año inédito, no ha sido fácil, pero cuando se confía en las personas y ellas hacen lo que les toca, la vida es más agradable».

Vargas Salazar dijo que se ha trabajado sobre metas y se cumplió una de las máximas, que no se quedó ningún paciente sin atender porque siempre se han tenido camas.

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