Justicia a jubilados

TAREA PUBLICA

Por: Carlos OROZCO GALEANA

Como es muy difícil que demandas de justicia prosperen con la rapidez y eficacia que solicitantes plantean a dependencias oficiales, es que se han multiplicando en todo el país marchas y protestas que no pocas veces desembocan en actos violentos.

Ante el silencio de la ley, se opone la expresión pública abierta y hasta retadora. Hay sentimientos de desesperación, rabia y odio en colectividades porque las leyes no se aplican con sentido justiciero, o sea, en los tiempos y las formas específicos que las mismas establecen, y no se castiga a sus violadores.

Los tiempos actuales no registran, en los hechos, que el Estado se aplique en cumplir sus obligaciones. Deja mucho que desear. El régimen tira cortinas de humo cuando las cosas se salen de control y acude al maquillaje de cifras para ocultar la realidad. Y en tratándose de dinero, opta por no escuchar, retardar o entorpecer negociaciones. Solo no se sale con la suya cuando la gente expresa su hartazgo y logra conmover a quienes toman decisiones de que se violenta el Derecho.

La semana pasada, en Colima, un gremio combativo de jubilados expresó en las instalaciones del ISSSTE su inconformidad por el pago injusto y tardío de pensiones, por servicios médicos de mala calidad y en forma inoportuna ( Manuel Godina Velasco, su dirigente, que ejerce un sólido liderazgo, dijo que las citas se retardan hasta dos meses). Se quejó de la indiferencia de quienes están al frente de esa dependencia y los calificó de “malos funcionarios”.

El lector sabe seguramente que hay una gran inconformidad en el pago de pensiones debido a que el ISSSTE usa las U’MAS para calcular los pagos y no con en base a salarios mínimos, lo que genera un desfase muy importante en las percepciones de casi un 20 por ciento.

Este tema debería ser prioridad para legisladores federales porque hay cientos de miles de ex trabajadores que están siendo afectados por esa política inequitativa que impacta negativamente en la economía de las familias que no tienen por lo general otro sustento además de sus pensiones.

Con una buena dosis de sensibilidad, el último trimestre del 2019 la senadora colimense Griselda Valencia de la Mora presentó una iniciativa en la Cámara de Senadores haciendo ver que la reforma constitucional en materia de desindexación del salario mínimo, publicada en 2016, afectó gravemente a las y los pensionados del país, quienes han visto disminuido su pago por una indebida interpretación del IMSS e ISSSTE, que tomaron a la Unidad de Medida y Actualización (UMA) como referencia para calcular el monto de las pensiones.

La UMA, aclaró en su momento la también presidenta de la Comisión de Seguridad Social del Senado, “se estableció para sustituir al salario mínimo como indicador de conceptos jurídicos como multas, prerrogativas o créditos, pero no es aplicable para el cálculo o pago de pensiones, ya que no está acorde con la propia naturaleza y finalidad de estas prestaciones, como sí lo es el salario mínimo, conforme al artículo 123 constitucional, apartado A, fracción VI.”

Este cambio, reconoció, mejoró el salario de los trabajadores del país en activo, quienes en este sexenio recibieron un incremento de más del doble a lo percibido en años anteriores. No obstante, “se perjudicó a los pensionados y jubilados, ya que al ser generalizada la desindexación en su aplicación, los sistemas de seguridad social emitieron circulares internas para la determinación y cálculo de nuevas pensiones, lo que afectó a nuevos beneficiarios y en algunos casos, a pensionados anteriores.”

Hay inconformidad también por la prestación de servicios médicos del ISSSTE, que son tardíos y no pocas veces ineficientes. La clínica de Colima es en ciertos horarios un auténtico desorden, pareciera que no hay autoridades ahí. Citas retardadas, programadas incluso cuando el paciente ya sanó. . . o ya se murió, evidencian mala administración y una baja estima por la vida de los pacientes. Esta institución está colapsada. A ver cuando la rescata la 4T.

El gobierno de Amlo tiene que interesarse por la justicia en forma general, sin importar la naturaleza de los gremios y si lo apoyaron o no para llegar a la presidencia. Debe gobernar para todos. Ningún mexicano es menos que otro, cualesquiera que haya sido o sea su forma de vivir. Todo gobierno que se precie de ser democrático debe interesarse por todos. No hay complot alguno contra su gobierno, sino demandas reales.